NÚMERO
48



JULIO
DICIEMBRE
2021

SEPARATA

La multimedia que no fue

The multimedia that wasn’t

Omar Israel Mendoza Rosas
Diseñador y coordinador de difusión
omendoza@escueladediseno.edu.mx


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Las cosas que se enseñan en las escuelas y universidades

no son una educación, sino los medios para una educación.

Ralph Waldo Emerson


Llegué a la EDINBA por mera casualidad. Había terminado la licenciatura en la Universidad Tecnológica de México y trabajaba en el Instituto Nacional de Antropología e Historia en la Coordinación Nacional de Difusión. En una conversación con Erika Magaña Euroza —quien también trabajaba ahí y en ese momento cursaba la Especialidad en Diseño Editorial “asistida por Computadora”— me preguntó por qué no me especializaba en Multimedia en la Escuela de Diseño, que “me iba a volar la cabeza entrar ahí”. Le comenté que no tenía idea de dónde estaba y ella con santo y seña me indicó la manera de llegar.

Al día siguiente, en mi horario de comida, llegué a la estación del metro San Antonio Abad para encaminarme por Tlalpan, Lorenzo Boturini y Xocongo para arribar a la puerta del estacionamiento de la Escuela. Después de preguntar, alguien me llevó a la Unidad de Posgrado —que a esa hora estaba casi vacía—, donde se encontraba Ángeles Yépez para darme más información. Me indicó que aún no se publicaba la convocatoria y que debía esperar su difusión, pero me contó algo sobre todos los programas. Creo que ella se aprendió rápidamente mi nombre por todas las veces que llamé para preguntar si ya había salido la convocatoria. Era 1999 y entonces no había un sitio web donde se pudiera revisar esa información.

Después de tanto esperar se publicó la convocatoria y asistí a la sesión informativa —que en entonces se presentaba en el salón 105 de la Unidad de Posgrado—. Ya estaba listo para mi entrevista de admisión a la Especialidad en Multimedia —aún no era Diseño Multimedia, ese cambio de nombre sucedió mucho después—. Quien me entrevistó fue Claudia Sánchez, coordinadora de la especialidad. Después de una larga conversación me dejó en claro que mi perfil estaba mucho más enfocado para la especialidad en Compugrafía, pero que al final me dijo que estaba dentro de la contienda y que esperara los resultados. Cuando estos se publicaron recibí una llamada de Ángeles Yépez —recuerden que yo había sido un “latoso” meses antes—, diciéndome que no había sido seleccionado para la especialidad en Multimedia, pero que me habían recomendado para ingresar a la especialidad en Compugrafía y que el coordinador Sergio Carreón estaba de acuerdo. Decidí aceptar y así fue como ingresé a la EDINBA en 1999.

En contexto, debo confesar que buscaba un posgrado para obtener más habilidades técnicas que en su momento no obtuve en la licenciatura, pero lo cierto es que hasta que llegué a la EDINBA comencé a entender qué es el Diseño y me di cuenta de que encontré aquello que no sabía que estaba buscando. Esa construcción de mi entendimiento de la disciplina fue gracias a los profesores que tuve dentro del programa: Sergio Carreón, Claudia Sánchez, Ignacio Peón, Alex Eisenring, Roberto Gómez Soto, Jorge García Zavaleta, Francisco Estrada y otros. Cada una de ellas y ellos aportaron a mi formación como diseñador y, sin darme cuenta, también en mi formación como docente.

Algo que valoro mucho de ese año en la especialidad fue que cada uno de los profesores estimuló mi necesidad de aprender a aprender y enfocó mi búsqueda del conocimiento más allá de lo que indicaba un plan de estudios y un temario de clase. Con esta motivación comencé a dominar ciertos temas rápidamente, lo que me permitió ayudar a mis compañeras y compañeros y explicarles lo que había que resolver, es decir, terminaba dando una clase complementaria. De eso se dio cuenta Sergio Carreón y al terminar la especialidad me dijo que no me perdiera de vista porque tenía madera de docente y en cuanto hubiera oportunidad me invitaría a impartir una clase.

En 2000 egresé de la especialidad y fue hasta 2002 que recibí la llamada de Roberto Gómez Soto, para invitarme a formar parte del cuerpo docente —por recomendación de Sergio— de la Especialidad en Multimedia que ahora él coordinaba, pero antes necesitaba hablar con la directora de la escuela. Un par de días después asistí a mi entrevista con Margarita Landázuri, quien validó la decisión del coordinador de incluirme en la academia de la especialidad donde participaría con los docentes Salvador Carreño, Cristina Rebollar e Iván Abreu. Y así llegué a la EDINBA.

Desde entonces aquí he vivido y he entendido el Diseño. Estar en la Escuela me ha permitido compartir mis puntos de vista con compañeras y compañeros docentes; de tener la oportunidad de impartir clases en otras instituciones como la Universidad Nacional Noroeste de Buenos Aires, Argentina; de dirigir la Especialidad en Multimedia; de organizar dos veces la Bienal Nacional de Diseño, y coordinar la difusión de actividades académicas de la Escuela.

Todo esto sucedió gracias a una charla con Erika Magaña, una tarde de febrero de 1999, en una oficina del INAH. Uno nunca sabe cuándo se están construyendo los hitos en la vida.




Semblanza del autor

Omar Israel Mendoza Rosas. Licenciado en la Universidad Tecnológica de México, Trabajo en la Coordinación Nacional de Difusión en el INAH. Especialidad de Compugrafía 1999-2000. Actualmente es coordinador de difusión y docente en la escuela de Diseño del INBAL, en donde ha organizado en dos ocasiones la Bienal Nacional de Diseño.



Recibido: 14 de mayo de 2021.