NÚMERO
48



JULIO
DICIEMBRE
2021

SEPARATA

Asociación Mexicana de Tipografía.
Un esfuerzo para promover la tipografía
hecha en México

Mexican Typography Society.
Striving to promote typography made in Mexico

Leonardo Vázquez Conde
Diseñador editorial y tipógrafo
lvazquez@escueladediseno.edu.mx


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Antecedentes

¿Por qué juntar a los tipógrafos mexicanos? Este texto relata la génesis de la Asociación Mexicana de Tipografía (AMT). Esta asociación creada en 2020 se proyecta como un referente esencial de apoyo y servicio para estudiantes, profesionales, artistas, empresarios, trabajadores, académicos y aficionados a la tipografía. Además de promover el estudio, diseño y clasificación de los tipos, las fuentes y caracteres. En este mundo de las letras también se consideran la caligrafía, el diseño impreso y digital, la impresión con tipos móviles, el hand lettering, la rotulación, los servicios editoriales, el desarrollo y el uso de software que necesite o involucre a la tipografía para funcionar.

Desde hace seis años, imparto la materia de Fundamentos del diseño editorial (Tipografía I y II) en la Especialidad de Diseño Editorial, coordinada por la maestra Adriana Esteve. Esta Especialidad es única en su género en la educación pública. Para mí es un honor participar junto con la planta docente en la labor de profesionalizar a las y los diseñadores y editores que se desarrollarán en el mercado laboral para las próximas décadas.

Durante las clases, es recurrente hablar sobre tipografía mexicana. Los alumnos muestran su inquietud y sorpresa cuando algo, aparentemente banal, está lleno de historia, tecnología y tiene una utilidad inmediata e impacta el mundo profesional. Además de ejercicios prácticos y reflexiones mediante lecturas, el programa educativo consiste en realizar investigaciones sobre el trabajo de tipógrafos mexicanos. Aunque cada vez hay más creadores de letras, son pocos los que tienen fuentes publicadas o de venta al público.


La tipografía como herramienta de desarrollo

En la publicidad la tipografía es ornamental. Pero hay campos donde una buena selección de fuentes aporta verdadero valor, por ejemplo, para mejorar el diseño de los libros de texto y otros materiales educativos o en los sitios en línea de instituciones gubernamentales. Las tipografías garantizan la equidad lingüística de las lenguas originarias y mejoran la seguridad de los sistemas de vialidad y movilidad, entre otras cosas. Un buen diseño de letra da valor y confiabilidad a billetes, monedas, papelería electoral y documentos oficiales. La legibilidad de una buena letra da certidumbre a industrias como la farmacéutica y la alimentaria, reduce el gasto de celulosa, tóner y tinta en papelería oficial, por mencionar algunos ejemplos.

México no tiene industria tipográfica propia. A pesar de ser el primer país con imprenta en el continente, por su historia colonial de explotación, nunca le fue posible desarrollar una industria tipográfica independiente; a diferencia de los Estados Unidos, donde a partir de la fundación de la imprenta en Cambridge hubo un desarrollo natural de la industria, al grado de convertirse en uno de los polos mundiales de enseñanza, producción y exportación de fuentes tipográficas. En México dejó de haber punzonistas, —quienes cortaban las letras en metal en las imprentas— y fundidores locales muy tempranamente, durante la Colonia.

Hasta hace algunos años los empresarios preferían contratar estudios de diseño o tipográficos extranjeros, en lugar de llamar a los diseñadores y tipógrafos nacionales. Afortunadamente, esta situación fue cambiando. Sin embargo, en México aún no hay suficientes fundidoras digitales. Lo que sí hay son personas talentosas que emprendieron el camino de la tipografía por iniciativa propia, ya sea por crecimiento personal, amor a las letras o por necesidades profesionales. Muchos diseñadores que no encuentran una formación acorde con sus expectativas en este país—si tienen el tiempo y los recursos—, se especializan en universidades extranjeras, donde la oferta va desde cursos de algunos meses a formaciones de dos años.

Pero hay oportunidad de desarrollar tipografías en México. Por ejemplo, el Estado mexicana ha reconocido la importancia de revalorar a las comunidades indígenas, con sus usos y costumbres y sus lenguas madre. Pero no existe un abasto real tipográfico para que dichas comunidades publiquen sus contenidos en medios impresos o digitales porque sus grafías no están representadas en el alfabeto español. Existe la necesidad en el medio editorial de usar tipografías funcionales y completas. Este es uno de los campos donde la tipografía es sumamente necesaria hoy en día en nuestro país.

Más allá del uso tipográfico como parte del “branding” del gobierno en turno, éstos son los espacios donde la Asociación puede tener mayor utilidad y resolver problemas locales de alcances internacionales. La tipografía es una herramienta con impacto cultural y un valor social que debe darse a conocer y vincularse con los espacios profesionales públicos y privados para que se evidencie su utilidad.


La semilla

Hace algunos años, Javier Alcaraz —diseñador editorial y maestro tipográfico— y quien esto escribe, en una plática informal, pensamos por primera vez en la posibilidad de crear “algo”: una entidad que nos permitiera hacer cosas “grandes” en materia de tipografía. En ese entonces, no sabíamos qué queríamos decir con ese adjetivo, pero nos imaginábamos una realidad que trascendiera nuestro círculo cercano de amigos para compartir con otros colegas, emocionarlos y crear comunidad. En ese momento imaginamos que podríamos hacer un grupo en una red social para “organizar” a la comunidad tipográfica que nos atendiera. No éramos los únicos queteníamos esa inquietud [1], pero probablemente sí los que teníamos más tiempo. El grupo fue creado en la plataforma de Facebook y se llamó “Encuentro por la tipografía en México” donde todas las personas interesadas en el tema fueron bienvenidas.

El viernes 23 de septiembre de 2016 tuvimos nuestra primera sesión presencial en la Universidad Intercontinental (UIC), al final de una de las ediciones del congreso Tipografília, organizado por Francisco Calles (quien ha sido promotor de esta iniciativa). Entonces se hizo pública la idea de organizarnos como tipógrafos, aprovechando que la comunidad estaría reunida.

La segunda reunión fue el 5 de noviembre de ese mismo año, en el Centro Nacional de las Artes CENART, gracias a la gestión de Amanda Lemus. La tercera sesión fue el 1 de julio en la oficina de Mario Balcázar, uno de los asistentes más entusiastas. La última reunión fue el 18 de noviembre de 2019, nuevamente en la UIC, en un receso de las jornadas de Tipografilia, en su onceava edición. Estas sesiones duraban muchas veces más de dos horas, pero tratábamos de llegar a acuerdos que luego se verificaban en nuestro grupo de la red social.

La primera tarea consistió en redactar un borrador de estatutos para crear la asociación, que poco a poco fue tomando forma, con el aporte de las personas que asistían a nuestras reuniones y de los comentarios que se publicaban en el grupo de Facebook. Durante meses, los trabajos en las redes sociales fueron intensos y constantes, con la participación de muchos de los miembros de ese grupo virtual — cerca de 150 personas, pero casi siempre participaban una docena o menos—.

Los estatutos fueron la piedra fundacional a partir de la cual se creó la asociación. Estos son amplios, de cobertura nacional, proyectados a futuro y sobre todo inclusivos, porque deseábamos que esta asociación fuera un lugar de encuentro y crecimiento profesional respetando las diferencias.



De izquierda a derecha: David Kimura, Salvador Cardona, Marina Garone, Jorge Medrano, Mónica Puigferrat, Leonardo Vázquez, Rogelio Cuevas, Francisco Calles. (Archivo Asociación Mexicana de Tipografía)



De izquierda a derecha: Gerardo Kloss, Eric Olivares, Uzyel Karp, Felix Beltrán (sentado), Manolo Guerrero, Cristóbal Henestrosa, José Luis Cóyotl. (Archivo Asociación Mexicana de Tipografía)



Nace la Asociación Mexicana de Tipografía

La Asociación Mexicana de Tipografía (AMT) se fundó oficialmente el 21 de febrero de 2020. Está conformada por casi una veintena de profesionales reconocidos, con más de veinte años en la docencia del diseño gráfico y de la tipografía.

El 15 de marzo de 2020 tuvimos nuestra primera y única sesión presencial en la UAM- Xochimilco. Ese día por la noche nos retiramos a nuestros hogares porque el gobierno mexicano decretó una cuarentena obligatoria, a partir del día siguiente. Nadie sabía que el encierro sería mucho más largo que cuarenta días tan dolorosos y trascendentes para nuestras vidas.

La Asociación Mexicana de Tipografía (AMT) tiene como tareas fomentar el estudio, práctica,
desarrollo y perfeccionamiento de la tipografía y las demás ramas relacionadas a ésta, por medio de la organización de encuentros, congresos, conferencias, mesas redondas, paneles de trabajo, exposiciones, exhibiciones, concursos, premios, diplomados y programas de estudios en colaboración con profesionistas, artistas, docentes, investigadores, aficionados, escuelas y organismos civiles o gubernamentales, nacionales y extranjeros.

Fue fundada en los siguientes valores:

● Apoyarnos, servirnos y ayudarnos mutuamente a progresar

● Ser honestos, equitativos y transparentes

● Ser respetuosos entre nosotros y con nuestros propios acuerdos

● Competir con lealtad y resolver honorablemente nuestras diferencias

● Ser incluyentes, diversos y repudiar toda forma de discriminación o maltrato

● Actuar sobre las necesidades locales, pero pensar globalmente

● Ser profesionales y actualizarnos constantemente

● Buscar la independencia y la sustentabilidad económica, social y ambiental

● Respetar las tradiciones, pero estar siempre abiertos a la innovación

Antes de hacer pública la Asociación, los miembros fundadores tuvimos muchas reuniones virtuales para organizar, definir y concretar el curso de nuestras incipientes actividades.

Como primera etapa, se diseñó un logotipo que fue el resultado de un concurso realizado internamente con propuestas de nuestros asociados. De tres candidatos semifinalistas, la propuesta elegida fue la elaborada por David Kimura, quien encabezaba la comisión de imagen, encargada de la identidad gráfica de la AMT.

“La combinación tipograma-logotipo de la AMT expresa fortaleza, neutralidad y flexibilidad. Este último concepto es crucial, ya que la asociación es un espacio en el que hay cabida para distintas voces, representadas por glifos de distintos estilos que conforman el tipograma. La “cruz” en el tipograma es un recurso que delimita los espacios que reciben a las siglas a, m y t, y al mismo tiempo es un símbolo matemático “+” para representar la acción de sumar esfuerzos de los integrantes de la asociación y la intención de ésta de sumar al entorno tipográfico nacional. El logotipo es relativamente neutro, para no competir visualmente contra el tipograma”. David Kimura

La segunda etapa por desarrollar fue el sitio web, a cargo de Anuar Lugo, diseñador y web máster de San Luis Potosí y Héctor Gómez, con la dirección de David Kimura. Diseñar el sitio de internet fue un trabajo intenso, pues debía estar listo para finales del mes de octubre, cuando se dio a conocer a la AMT en una presentación virtual en el congreso de Atypi —acrónimo de Association Typographique Internationale— o Asociación Internacional de Tipografía.

El nuevo sitio, vinculado con la página en Facebook, se convirtió en un componente indispensable para captar a nuestro público. Lo que hizo necesaria una estrategia de generación de contenidos, como la convocatoria a charlas grupales y conversatorios sobre temas relacionados con el quehacer tipográfico desde múltiples enfoques. Estos conversatorios tienen lugar dos veces al mes (actualmente vamos por el doceavo conversatorio) y cada fin de mes se invita a tipógrafos internacionales, que comparten temas relacionados con nuestra actividad.

“La AMT es la consolidación del trabajo de un gremio curiosamente “poco visible” pero cuyo trabajo se lee en cada en cada minuto del día. Además, es muy importante, no todos los países han logrado acuerdos para tener una representación formal como esta”. Luz Rangel

Sacar adelante a la Asociación en medio de una pandemia mundial no ha sido cosa simple, nos vimos forzados —como muchísimas otras instituciones similares— a realizar actividades en línea, pues resultó la forma ideal de estar activos y al mismo tiempo de participar en la oferta digital que se duplicó en las redes por la contingencia sanitaria por el covid-19. Desafortunadamente la pandemia sí entorpeció nuestras operaciones financieras, pero confiamos en que tan pronto las instituciones vuelvan a la normalidad, esto no será más un problema



De izquierda a derecha: Francisco Calles, Gerardo Kloss, Jorge Medrano, xx, Mónica Puigferrat, Leonardo Vázquez, Cristóbal Henestrosa, David Kimura, xx, Eric Olivares. En la pantalla: xx. (Archivo Asociación Mexicana de Tipografía)



Epílogo

La tipografía como herramienta civilizatoria cumple un papel fundamental en la preservación de los lenguajes del mundo. A escala global, México puede aportar signos propios de sus lenguas originarias, ayudando así a la expansión y permanencia de éstas en el mundo contemporáneo.

Desde la AMT, deseamos participar en la construcción de una cultura tipográfica mundial en el marco de una amplia cruzada de la lectura y escritura para el desarrollo social de nuestra nación. Apenas comenzamos y de las coincidencias felices de esta aventura, es la bienvenida que la asociación ha tenido en la comunidad de aficionados y profesionales de la letra no solo locales sino internacionales, nuestras charlas son vistas en diversos lugares del mundo.

“La AMT significa para mí un deseo y una posibilidad para la tipografía nacional: el deseo de trabajar genuinamente organizados y la posibilidad de proyectar su presencia en todos los espacios posibles de la vida pública”. Marina Garone

Un hecho simbólico y emotivo. En este primer año hemos realizado transmisiones simultáneas con la Casa de la Primera Imprenta. Luego de varios siglos, los tipógrafos mexicanos modernos regresan virtualmente a su casa. Se espera habitarla físicamente en algunos años.

La Asociación es un trabajo en curso. Una entidad de este tamaño y con estas ambiciones sólo podrá ser realidad con la suma del trabajo colectivo de todo aquel que quiera sumarse a este proyecto, con constancia y sin perder de vista nuestra participación en la construcción de una cultura tipográfica mundial, desde nuestras localidades y necesidades particulares. [2]

La Asociación celebra los 60 años de la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes, a sus docentes, egresados y colegas y confiamos que con el tiempo se convierta en la referencia nacional e internacional para los estudiantes y profesionales mexicanos para lo cual fue fundada.




Semblanza del autor

Leonardo Vázquez Conde es diseñador editorial y tipógrafo egresado del Atelier National de Recherche Typographique (ANRT) con sede en Nancy, Francia. Maestrando en Teoría Crítica. Fue director de arte en instituciones gubernamentales (Conaculta, CDHCM) y editoriales privadas (Artes de México). Docente en varias universidades en licenciaturas y posgrados de diseño y tipografía. Fundador y presidente de la primera mesa directiva de la Asociación Mexicana de Tipografía.



Recibido: 28 de mayo de 2021.


 

[1]  Muchas personas manifestaron su interés en la creación de una comunidad tipográfica mexicana. En este texto se ha decidido no hacer una lista de nombres para no incurrir en omisiones, pero la discusión completa y las minutas de asistencias y resumen de sesiones se pueden conocer visitando la página en FB indicada en la nota 3.

[2] Todas las charlas realizadas por la AMT hasta la fecha están disponibles en https://www.facebook.com/AMxTipo.
Para conocer más sobre la misión, visión y la forma de participarcon esta asociación, visite el sitio web: www.tipomx.org.