JULIO
DICIEMBRE
2021
Martha Aideé García Melgarejo
Historiadora y docente
especialista en publicidad y comunicación
maidee.garcia@gmail.com
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En éste recorrido, describiremos las propuestas que ha realizado la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes al proponer un programa académico de nivel posgrado, a partir de las reflexiones críticas sobre la forma en que se genera y distribuye el conocimiento de este campo específico.
Un poco de historia
Propuesta y desarrollada en el 2012, la Maestría en Teoría y Crítica del Diseño fue, desde un principio, un programa ambicioso, puntero en el área de investigación del conocimiento del diseño. Pretende, por un lado, generar un corpus teórico y, por el otro, explicar a los distintos tipos de usuario, una guía en su propio lenguaje para poder juzgar un objeto de diseño con el fin de ayudarle a elegir, y ¿por qué no?, a apreciar su trabajo. Esta maestría, además de incluir una visión histórica, que resulte valiosa para entender el pasado, explicar el presente y poder prever el futuro; también propicia la discusión inaplazable de los hechos de diseño presentes en la vida cotidiana.
La semilla de este programa, fue plantada desde el 2002, producto de unainvestigación de la EDINBA, denominadaBases para un Programa de Posgrado sobre Crítica del Diseño, [1] a cargo de los docentes María Laura Goñi, Pilar Maseda y Fernando Rodríguez, misma que:
(…) se basaba en la noción de crítica como una expresión sociocultural dedicada a indagar sobre fenómenos culturales de cualquier tipo incluyendo al diseño, con una visión desde la actualidad. Es decir, se postulaba a la crítica como una actividad sistematizada que interpreta analíticamente y valora emitiendo juicios, por lo que el sujeto que la practica tendría entonces funciones académicas de docencia, investigación y divulgación del conocimiento, participando activamente en la aplicación y desarrollo deproducción teórica sobre un campo del saber. [2]
Aun cuando los avances logrados por el equipo de docentes hubieran podido ser suficientes para el desarrollo de un programa académico de nivel especialidad, se decidió ampliar los contenidos de tal manera que se alcanzaran los requisitos necesarios para una Maestría, teniendo en cuenta al diseñador profesional, proveniente de las diferentes licenciaturas de diseño o cercanas a su perfil, ideal para comenzar las discusiones críticas:
(…) se requiere que el crítico en Diseño sea un profesional que se interese por los problemas inherentes a la práctica del diseño, por las teorías que están detrás de éste, a qué necesidades responde, cuál será su proyección hacia el futuro; en consecuencia, el estudiante requiere adoptar un papel más activo dentro del aula, para que de esta forma contribuya a generar su propio aprendizaje al cual le dará un significado, esto le permitirá interpretar y reinterpretar su realidad en dicho proceso. [3]
Para definir la realidad es necesario cuestionarla y, a su vez, hace falta una herramienta como la crítica, que permita alcanzar conocimiento a luz del análisis y de la duda legítima. Una vez definida, es posible proponer teorías, hipótesis, metodologías, explicaciones. Para la Maestría que se proponía, la crítica resultaba ser una pieza fundamental, ya que es a través de está, es posible alcanzar las verdades cotidianas, para que el egresado, fuera capaz de proponer un acercamiento al usuario, mediante actividades sistematizadas de interpretación analítica, permitiendo valoración y juicios. No obstante, se pensaba, que el resultado del ejercicio crítico podría llegar más lejos, al menos para la institución, es decir, que tuviera la facultad de ordenar el conocimiento obtenido mediante el análisis, para poder construir un campo epistemológico relacionado y validado por las instituciones educativas.
Afortunadamente, las autoridades de la Escuela de diseño, de ese momento, se mostraron interesadas en abrir una nueva maestría, que abordara dichas problemáticas, por lo que esta nueva propuesta educativa, tendría que ser vinculante con la teoría y crítica del diseño; ya que, además de contener los aspectos profesionalizantes, debería de incluir en su currículo, la investigación, que es la actividad que permite generar nuevos conocimientos. Requisito además indispensable en los niveles de maestría y doctorado.[4]
Una vez conformado el grupo de docentes, [5] se procedió a construir el programa Académico de la Maestría en Teoría y Crítica del Diseño en el año 2011, y que se presentaría al público en 2012. Desde el inicio, al igual que el Plan de estudios de la Maestría en Creatividad para el Diseño; el contexto latinoamericano y mexicano serían tomados en cuenta como ejes medulares.
Consideramos que la propuesta de esta maestría, fue de máxima relevancia para la Escuela de Diseño del INBA, en tanto que ubicó como eje del programa la reflexión teórico-crítica tomándolo como una estrategia esencial para la producción de conocimiento acerca del campo del diseño en México y América Latina.
La necesidad y pertinencia de una crítica contemporánea del Diseño, para el Diseño y, sobre todo, desde el propio diseñador, [6] es una necesidad bosquejada desde los años sesenta por Juan Acha; quien se pronunciaba por una actitud y un método crítico para las artes visuales proveniente de América latina, en búsqueda de una identidad propia. Así lo expresó en su texto Crítica del arte: teoría y práctica [7] y, afortunadamente para el diseño, retomada en su libro Introducción a la teoría del Diseño [8] . En su propuesta, la crítica sería una herramienta metodológica que permitiría catalogar y conocer al objeto criticado; pero no a partir de juicios negativos, positivos o de actitudes descalificadoras y pasivas; sino que sería a través del proceso de: distribución, producción y consumo.
Para la maestría, el diseñador podría ampliar el campo de estudio al integrar el análisis desde el mismo proceso proyectual y sus posibles implicaciones.
Bajo ese impulso es que en este documento se presenta la Maestría en Teoría y Crítica del Diseño, programa académico que se plantea como uno de los pocos que existen con este perfil específicamente teórico en el mundo y único en América Latina. Consideramos que la propuesta es de máxima relevancia para la Escuela de Diseño del INBA, en tanto que ubica como eje del programa la reflexión teórico-crítica, tomándola como una estrategia esencial para la producción de conocimientoacerca del campo del Diseño en México y América Latina. [9]
Del perfil de egreso
Las reflexiones del Comité conformado para desarrollar el Plan de estudios sobre los posibles enfoques que tendría la Maestría, tenían por consenso que se trataba de lograr una formación académica de investigadores y divulgadores del campo del diseño, capaces de reunir, analizar, comprender e interpretar los fenómenos relativos al mismo. El objetivo era alcanzar la formación de un profesional capaz de emitir opiniones informadas y de proporcionar al usuario directrices que le llevaran de la mano a tomar decisiones acertadas.[10] La forma de alcanzar estos ambiciosos objetivos consideró un amplio abanico de opciones pedagógicas, que podrían incluir: desde el ensayo académico al historiográfico; de la elaboración de notas y artículos con estilo periodístico; y el desarrollo de proyectos de curaduría; entre otros. En cuanto a los productos académicos esperados, se esperaba que los egresados de esta maestría sean capaces de generar contenidos, que puedan ser difundidos en las distintas áreas de impacto del diseño y con un lenguaje accesible a los diferentes públicos a los que se dirige.
Ante la novedad de la propuesta, los docentes integrantes de esta maestría, nos encontramos con un temor constante por parte de los alumnos, sobre el posible interés que despertaría el programa: ¿Cuál sería el perfil de egreso de un programa teórico como éste? ¿Se trata de preparación profesional de docentes únicamente, o más bien de un programa dirigido a los aspirantes al Sistema Nacional de Investigadores?
El perfil de egreso, expresado en el Plan de Estudio de la Maestría, considera que el alumno (entre otras habilidades) tendrá:
• Capacidad de cuestionar la realidad del Diseño contemporáneo con una visión crítica sobre el impacto que tiene su profesión.
• Contribuir al desarrollo profesional, cultural y académico del Diseño, a través del ejercicio teórico-crítico especializado.
• Colaborar profesionalmente en la divulgación del conocimiento en el campo del Diseño. [11]
Como puede observarse, los egresados de la maestría, dominaran herramientas a nivel estratégico, y a la vez, poseerán habilidades de asesoría e interpretación de datos que les permitirán la toma de decisiones en diferentes escenarios de actuación a partir del análisis documentación y registro de los fenómenos del diseño. [12]
Los miembros del Comité, vislumbramos a un egresado de la maestría, que cuente con las habilidades tanto para integrarse en las esferas docentes de cualquier universidad, en la realización de distintos tipos de publicaciones de divulgación, difusión; y en la diseminación de aspectos diversos relacionados con el diseño. Es decir, a un profesionista, capaz de cumplir en los distintos frentes su actividad crítica y teórica.
Por ello, asegurábamos en aquel entonces que:
El nuevo programa de maestría deberá igualmente obedecer a la pertinencia de una formación de especialistas comprometidos con un trabajo reflexivo dirigido a la elaboración de modelos, conceptos, sistemas y valoraciones críticas sobre el campo del Diseño, considerando que actualmente la formación del diseñador a nivel licenciatura, comúnmente se inclina hacia el enfoque productivo de la profesión y deja en un segundo plano la reflexión teórica e histórica. (…). [13]
La MTCD en el contexto actual
Desde su inauguración en el 2012, la MTCD ha ido dejando poco a poco su huella a través de los egresados y su participación en publicaciones y espacios académicos. Lamentablemente, por el espacio reducido en éste espacio, no será posible, reconocer la labor de todos los docentes y alumnos que han participado activamente en el alcance de los objetivos a lo largo de siete generaciones. Estamos seguros que, con el tiempo y la claridad de pensamiento que se logra en el programa académico, el pensamiento crítico logrará colocarse como una herramienta indispensable para el ejercicio de la profesión.
Desde su concepción, la Maestría tuvo un marcado interés por lo social; al igual que la gran mayoría de la oferta educativa de la EDINBA, consciente del gran impacto que el diseño puede tener en el usuario. Por ello, el currículo, se desarrolló a partir de un espíritu de reflexión: (…) considerando siempre la necesidad de establecer una conciencia socio-cultural como eje rector del pensamiento de diseño y, colaborando al mismo tiempo a dimensionar el papel que tiene en el desarrollo humano, ambiental y económico.[14]
A la luz de los riegos ecológicos y de salud que vivimos en el presente, es fundamental para el campo de diseño trazar nuevas rutas de actuación, intereses y campos de acción para acoplarse a las nuevas necesidades humanas, así como a los cambios en las mismas que quedarán vigentes. Esto no sucederá, sino es a través de posturas críticas, entendidas como cuestionamientos constantes y metodológicos, para la aplicación de pensamientos analíticos estrictos en cuanto a su observación, pero flexibles, en su entendimiento del contexto social, cultural y económico circundante. Así, las habilidades y actitudes críticas de los maestros, alumnos y de las propias instituciones, serán una herramienta esencial en la construcción de los nuevos conocimientos académicos y profesionales. El teórico y filósofo Tony Fry lo ha señalado recientemente:
Habiendo visitado unas pocas escuelas de diseño y arquitectura en las últimas décadas, lo que está claro es que muchos, en algunas disciplinas casi todas, de los buenos y mejores estudiantes llegan al final de la carrera desdeñosos a la disciplina que han adquirido. Saben que han sido educados para el pasado, no para el futuro. Los mejores y más sabios se han educado. Pero, ¿qué es una buena educación en diseño? Bueno, es mucho más que poder diseñar y ganar y complacer a los clientes. En realidad, es haberaprendido qué es y qué hace el diseño como un aprendizaje sin fin. [15]
Que el diseño requiere de un aprendizaje sin término es una de las grandes razones por las cuales el alumno se siente impelido a estudiar Diseño, aún con toda su complejidad. Pero eso representa para las instituciones académicas un esfuerzo importante por seleccionar rápida y aceradamente el contenido más adecuado para lograr profesionales que se adecúen a una época de cambios vertiginosos e inciertos. La crítica y la generación metodológica de la teoría permitirá adecuar sus contenidos a la realidad. Al final, como profesionales reflexivos, no nos cansamos nunca de nuestra actitud curiosa en la búsqueda de la verdad.
Bibliografía
Acha, Juan, Crítica del arte: teoría y práctica, México, Trillas, 1992.________, Introducción a la teoría de los Diseños, México, Trillas, 2009.
EDINBA, Maestría en Teoría y Crítica del Diseño, Plan de Estudios, México, 2012.
Goñi, María Laura y Pilar Maseda, Especialidad en crítica del diseño. Bases para un programa de posgrado , México, Escuela de Diseño del INBAL, 2002.
Fuentes electrónicas
Barrera, Miguel Ángel, Investigación y diseño: reflexiones y consideraciones con respecto al estado de la investigación actual en diseño , http://www.nosolousabilidad.com/articulos/ investigacion_diseno.htm. Consulta: 6 de mayo, 2021.
Fry, Tony, Diseño tras diseño, https://doi.org/10.1080/14487136.2017.1392093. Consulta: 4 de mayo, 2021.
Semblanza de la autora
Dra. Martha Aideé García Melgarejo. Historiadora y docente especialista en publicidad y comunicación.
Recibido: 14 de mayo de 2021.
[1] Es importante destacar que los objetivos principales estaban fijados en abrir los conocimientos a cualquier diseñador y/o profesional que requiriera de comprar o administrar objetos de Diseño, proveyéndolos de elementos para juzgarlos. Véase: María Laura Goñi y Maseda Pilar, “Especialidad en crítica del diseño. Bases para un programa de posgrado”, México, Escuela de Diseño del INBAL, 2002.
[2] EDINBA, “Maestría en Teoría y Crítica del Diseño, Plan de Estudios”, México, 2012, p. 5.
[3] Ibidem , p. 11.
[4] ibidem , p. 8.
[5] La Comisión de docentes estuvo a cargo de Aideé García, quien junto a Eloísa Mora y Roberto Gómez Soto desarrollaron en menos de un año el programa académico. Se contó además con el apoyo y empuje de la entonces Directora de la EDINBA, Berenice Miranda.
[6] Lo anterior parafraseando al artículo de Miguel Ángel Barrera, Investigación y diseño: reflexiones y consideraciones con respecto al estado de la investigación actual en diseño , http://www.nosolousabilidad.com/articulos/ investigacion_diseno.htm . Consulta: 6 de mayo, 2021. Consiste en un artículo que clasifica los distintos enfoques desde los que se realiza la investigación relativa al diseño y que recomendamos ampliamente.
[7] Véase: Juan Acha, Crítica del arte: teoría y práctica, México, Trillas, 1992.
[8] Véase: Juan Acha, Introducción a la teoría de los Diseños, México, Trillas, 2009.
[9] EDINBA, Maestría en Teoría (…), Op. Cit., p. 12.
[10] Véase, Perfil del egresado , Ibídem, p. 38.
[11] Ídem.
[12] Ibídem, p. 38.
[13] Ibídem, p. 8.
[14] Ídem.
[15] Tony Fry, Diseño tras diseño, https://doi.org/10.1080/14487136.2017.1392093. Consulta: 4 de mayo, 2020.