JULIO
DICIEMBRE
2016
ANA GARDUÑO • EDITORA HUÉSPED |
DESCARGAR
|
En el marco del aniversario número sententa de la fundación del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) —mediante decreto presidencial emitido en diciembre de 1946— este número de Discurso Visual se propuso historiar procesos artístico-culturales en dos de sus campos: los museos y las escuelas de arte. El punto de partida es la convicción de la centralidad que esta institución ha desempeñado en la producción y exhibición de representaciones artísticas oficiales que inciden sobre el imaginario colectivo.
En consecuencia, la historia de la educación artística en México durante la segunda mitad de la centuria pasada no puede acometerse sin el análisis de las prácticas decretadas desde el INBA. Fue este organismo el que definió las pautas para su instrumentación en nombre del Estado mexicano. Empero, su poder no se limitó a aplicar políticas normativas, también asumió un rol protagónico en el diseño y reestructuración de la educación oficial, de alcances nacionales, en el rubro de las artes plásticas.
Igualmente, a partir de 1946, con el acervo artístico que heredó, inició un proceso de fortalecimiento de un patrimonio al que le confirió la misión de representar la identidad nacional y construir una imagen distintiva del arte mexicano en el contexto global. Esto explica el perfil endogámico de las colecciones del INBA, que durante siete décadas ha privilegiado medidas de apropiación de la producción interna y demostrado un menor interés en documentar la creatividad internacional. La progresiva edificación de una red de museos para garantizar la conservación y visibilización de dicho repertorio plástico es también objeto de reflexión, no sólo en cuanto a sus particulares y reveladores contextos fundacionales, sino a sus cambiantes vocaciones museales, a sus políticas y estrategias.
De esta forma, en este número se enfoca al INBA en sus transformaciones, museísticas y educativas. El cambio como motor e instrumento para perfilar su complejo devenir institucional. Analizar hoy su identidad, visibilidad y poder —educativo y discursivo, en el territorio de las artes visuales— es una tarea ineludible. Si bien la mirada de los textos aquí seleccionados se centra en transcursos del pasado, por supuesto, esto plantea preguntas hacia el futuro, no sólo ante los retos que los museos y las escuelas de arte viven cotidianamente para actualizar programas y narrativas, sino sobre la necesaria revisión de sus vocaciones y sus propuestas.
En el entendido de que es desde el presente que percibimos y comprendemos el pasado, emprendemos una exploración —entre muchas otras posibles— sobre procesos específicos de instituciones adscritas al INBA, organismo medular que posee un indiscutible capital, fáctico y simbólico dentro del sistema artístico oficial de nuestro país. El objetivo es participar en un análisis multidisciplinario que, ojalá, incite a la autorreflexión institucional.