NÚMERO
46



JULIO
DICIEMBRE
2020

HOMENAJES

María del Pilar Maseda Martín. Pilar académico de la Escuela de Diseño del INBAL


Martha Eugenia Alfaro Cuevas / historiadora
INVESTIGADORA DEL CENIDIAP
marucual@gmail.com


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Pilar Maseda, Fotografía de Andrés Reséndiz, 2006.


Pilar Maseda perteneció a una de las tantas familias republicanas que llegaron a nuestro país exiladas durante la Guerra Civil española. Esta situación permeó su personalidad, caracterizada por una forma de vida “disciplinada, austera, de valores inquebrantables, casi estoica y de corazón apasionado”.[1] Como una correspondencia a su austeridad, existe muy poca información sobre su vida. Se sabe que en 1975 se incorporó como profesora en la entonces Escuela de Diseño y Artesanía, que estuvo casada con el arquitecto Ramón Vargas Salguero y que tuvo dos hijos. Falleció el 15 de enero de 2008. De lo que no hay ninguna duda es que amó profundamente su profesión de docente, así como a su alma mater: la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.

En 2001 se tituló con el grado de maestra en Historia del Arte por la Universidad Nacional Autónoma de México en la Facultad de Filosofía y Letras. La directora de su tesis fue la doctora Karen Cordero Reiman, y su jurado estuvo integrado por la doctora Julieta Ortiz Gaytán, el doctor Luis Rodríguez Morales, el doctor Aurelio de los Reyes y la maestra Margarita Landázuri Benítez. Si bien sus agradecimientos son escuetos y sintéticos, demuestran el cariño que le tenía a la escuela y a sus alumnos:

Antes que a uno

A muchos


Este trabajo lo dedico a la Escuela de Diseño como reconocimiento a todo lo que en ella viví y aprendí, principalmente a ser maestra; esa profesión que se construye, poco a poco, durante una larga experiencia dando clases […]

Gracias a los jóvenes estudiantes, por otorgar sentido a mi vocación.

Gracias a los profesores, compañeros por compartir esfuerzos.

En extenso camino de veinticuatro años, ha habido encuentros y desencuentros, etapas recorridas con algunos y otras con otros, pero todas ellas al fin gratificantes.

Entre esos muchos a los que hoy reconozco, dos quiero destacar y nombrar: Margarita y Berenice.

Fueron primero mis alumnas, luego mis compañeras y son ahora mis amigas.

Y, desde luego, gracias a mis hijos, quienes apoyaron siempre mis afanes ycon ello estuvieron ligados, desde niños, a las andanzas de la Escuela. [2]

La trayectoria de Pilar la podemos dividir en tres grandes intereses. El primero de ellos, por supuesto, fue su labor docente. Gracias a las Memorias de la Escuela de Diseño. 40 años de la enseñanza del diseño 1962-2002 , se sabe que ingresó como profesora en 1975. Para poder comprender el contexto en el que Pilar se involucró con tanta pasión hasta el día de su muerte, será necesario hacer una relación de los acontecimientos más importantes de ese centro educativo.


Antecedentes de la Escuela de Diseño y Artesanías

En 1961, el INBAL encomendó al maestro José Chávez Morado la organización de una nueva escuela, que a finales de ese mismo año abrió las inscripciones, e inauguró formalmente sus trabajos educativos a inicios de 1962. La Escuela de Diseño y Artesanías (EDA) fue el producto del trabajo previo de tres instituciones: El Taller de Integración Plástica de 1949, los talleres de artesanos “Carlos M. Lazo” (1952-1956) y el Centro Superior de Artes Aplicadas (1956-1961). En 1962 se estableció la primera carrera profesional de diseñador artesanal, que era técnica y a la que se podía acceder con la secundaria terminada. En 1966 se hicieron adecuaciones que condujeron a la primera licenciatura: Diseño Artístico Industrial, que tenía una duración de cuatro años y exigía bachillerato o vocacional.



Memoria de la Escuela de Diseño del INBA. 40 años en la enseñanza del diseño (1962-2002). México, INBAL, 2002, p. 29, Pilar Maseda, ca. 1982



En 1972, y como una consecuencia del movimiento estudiantil del 68, se instauró un cogobierno a través del cual la comunidad solicitó al INBAL la designación del arquitecto Ramón Vargas como director interino. La primera acción que se hizo fue la revisión del plan de estudios. Pilar Maseda perteneció a la comisión para modificar este plan. Una de las preocupaciones del equipo fue integrar las áreas de diseño y de artesanía, con el objetivo de eliminar la división interna que prevalecía entre los profesores de cada área. En 1975 desapareció la licenciatura en Diseño Artístico Industrial para dar paso a cuatro nuevas carreras: Diseño Gráfico, Diseño Textil, Diseño de Muebles y Diseño de Objeto; asimismo, se constituyeron nuevos cursos artesanales que apoyaron las cuatro especialidades. Una de las adecuaciones fue la introducción de materias teóricas que permitieran una mayor definición de diseño. En este año se realizó un largo seminario de profesores, principalmente de diseño, bajo el título “Arte y diseño”.[3]

En 1988, después de largos años de desacuerdos entre los profesores que impartían los talleres de artesanía con los de diseño, la Subdirección General de Educación e Investigación Artística (SGEIA) aceptó la formación de dos escuelas independientes: la Escuela de Diseño, y la Escuela de Artesanías.

Desde su llegada en 1975, Pilar Maseda impartió clases de teoría de la historia en todas las carreras hasta que en 1994 entró en vigor un nuevo plan de estudios. A través de su asignatura muchas generaciones recibieron nociones fundamentales sobre materialismo histórico. Pilar no estuvo de acuerdo con el nuevo plan, dejó de dar clases en la licenciatura y se incorporó a la recién creada Unidad de Posgrado y Educación Continua, que fue propuesta por un grupo de docentes y el director de la escuela en 1991 al entonces director de la escuela, Segundo Gerardo Pérez Cuevas, y que después de dos años de gestiones fue inaugurada por el director del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, Rafael Tovar y de Teresa el 4 de marzo de 1993.

Poco después se formó una asociación civil llamada ACADI que permitió por un tiempo el crecimiento académico de la unidad. Segundo Pérez, como director de la escuela, fue asignado como presidente. Arnulfo Aquino tuvo a su cargo la vicepresidencia de la asociación y fue designado, además, coordinador general. Contó con el apoyo de un equipo de profesores comprometidos, entre los que destacaron: Pilar Maseda, Margarita Landázuri, Silvia Fernández y Roberto Gómez Soto.

Dicho equipo gestionó apoyos al recién creado Fondo Nacional para la Cultura y la Artes (Fonca) con el propósito de constituir en 1996 la primera maestría en diseño: Creatividad para el Diseño, y en tres especialidades: Publicidad, Compugrafía y Diseño Editorial. El proyecto fue aprobado, y en una primera etapa se otorgó apoyo para la investigación del campo de trabajo del diseño, que coordinó Pilar Maseda.

El equipo de profesores que comenzó a colaborar impartiendo clases en la maestría y en las especialidades fueron Arnulfo Aquino, Fernando Rodríguez, Margarita Landázuri, Segundo Pérez Cuevas, Roberto Gómez Soto, Pilar Maseday Leonel Sagahón, con la representación de Martín Díaz por la SGEIA.[4]

Pilar Maseda quiso ser directora de la Escuela de Diseño para el periodo 1997-2001. Era la candidata idónea, sin embargo Claudia Veites, subdirectora general de Educación e Investigación se inclinó a favor de Rodrigo Fernández Neira. Probablemente este acontecimiento haya generado en Pilar desilusión y frustración, lo que la motivó a mantener cierta distancia afectiva en la escuela, por lo que buscó otros alicientes académicos, como estudiar la maestría en Historia del Arte en la UNAM.

Pilar hizo honor a su nombre, y como bien lo señaló Margarita Landázuri, fue un pilar insustituible en la Escuela de Diseño. Gracias a ella los planes y programas de estudio, siempre incluyeron aspectos teóricos relevantes para la formación de los diseñadores.

La segunda gran actividad de Pilar Maseda fue su participación sindical. Arturo Díaz Belmont recuerda que tal vez ella fue la primera representante sindical que tuvo en la EDA, tras su ingreso en 1975. Igualmente refiere que formó parte importante de un grupo de académicos en la década de 1980 conocido como Bloque Democrático de Escuelas profesionales del INBAL. Su colaboración siempre fue muy bien recibida por sus compañeros, entre ellos cabe mencionar a Susana Beltrán y su esposo Freddy de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda; a Félida Medina de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT); a Alma Lilia Roura del Cenidiap y a David Domínguez del Conservatorio Nacional. En la década de 1990 siguió teniendo una actividad intensa dentro del proceso de creación del nuevo Estatuto de Personal Académico del INBAL.

Díaz Belmont fue muy enfático al señalar que la voz y opiniones de Pilar fueron muy respetadas y consideradas como referencia en las juntas preliminares. Su calidad moral y académica fueron incuestionables en las etapas de lucha por obtener la homologación del personal docente dentro del Instituto de 1981 a 1984. “Pilar Maseda sirvió de guía moral y académica en su trayecto como sindicalista e investigadora en las ciencias sociales con clara orientación hacia la izquierda marxista”. [5]

La tercera gran actividad de nuestra querida profesora fue su trabajo como investigadora. Se incorporó al Cenidiap en 2002, un año después de su titulación como maestra.

Su tesis de maestría, Escuela de Diseño del Instituto Nacional Bellas Artes y Literatura se convirtió en libro: Los inicios de la profesión del diseño en México. Genealogía de sus incidentes, publicado en 2006 por Conaculta, INBAL, Cenidiap y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.

Fue presentado por Blanca Gutiérrez en el Aula Magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes, quien comentó que este libro de rigurosa investigación histórica

contribuye al conocimiento del desarrollo y consolidación de una actividad de importancia social y cultural hoy incuestionables. Es, además, el homenaje que a esa profesión le rinde una de las más respetadas y queridas profesoras e investigadoras de este campo en México, quien, con esta valiosa entrega, prosigue su incansable labor a favor de la formación deinvestigadores, estudiantes, profesores y profesionales del diseño.[6]

Su trabajo como investigadora no fue muy abundante debido a que falleció unos años después de la publicación de este libro, sin embargo su obra se ha vuelto una referencia obligada para todo especialista interesado en la historia del diseño en México. Su minuciosa investigación, además de hablar de la evolución del diseño en México desde 1873 a nuestros días, incursionó de una manera impecable en el tema poco estudiado sobre la educación artística en México. Para este último tema, Pilar colaboró con David PiñeraRamírez en una gran obra tituladaLa educación superior en el proceso histórico de México. [7]



Memoria de la Escuela de Diseño del INBA. 40 años en la enseñanza del diseño (1962-2002). México, INBAL, 2002, p. 49, fotógrafos: Rubén Cárdenas Pax y Carolina Cañas Moreno.



Quiero cerrar este pequeño homenaje de la enorme trayectoria de Pilar comentando algo personal, que de alguna manera me une con el que fuera su proyecto de vida. Tuve la fortuna de tratar a Pilar por varios años como colegas. Siempre le tuve mucho respeto. En las juntas su opinión se tomaba en cuenta; la admiraba porque era una excelente profesora, estricta, pero eso sí, muy querida por toda la comunidad. Fue un honor para mí, que me obsequiara un ejemplar de su tesis, donde me dedicó el siguiente texto:

Martha:

Tú, como yo, fuiste ya atrapada por el interés en el diseño y por el cariño a esta Escuela; así que seguiremos siendo compañeras en esta labor de enseñar.

Un abrazo,

Pilar


Estas palabras han resultado ser como un gran legado que recibí de este gran ser humano, porque efectivamente, así como ella, quedé atrapada en la historia del diseño y he seguido su huella en una de las labores más hermosas y apasionantes que puede haber: la docencia. Aunque Pilar Maseda ya no lo alcanzó a ver, he seguido también sus pasos en el Cenidiap, continuando la labor que inició al introducir en ese centro de investigación la historia del diseño en México.




 

[1] Información proporcionada por Margarita Landázuri Benítez el 30 de marzo de 2020.

[2] María del Pilar Maseda Martín, La Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura , tesis para obtener la maestría en Historia del Arte por la Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, División de Estudios de Posgrado, México, 2001, 303 pp.

[3] Memorias de la Escuela de Diseño del INBA. 40 años en la enseñanza del diseño en México 1962/2002 , México, Instituto Nacional de Bellas Artes, Escuela de Diseño, 2002, 93 pp.

[4] Arnulfo Aquino, “Referencias para la historia de la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes”, Discurso Visual, revista electrónica del Cenidiap, segunda época, enero-abril 2012.

[5] Datos proporcionados por Arturo Díaz Belmont el 3 de abril de 2020.

[6] Blanca Gutiérrez Galindo, “La profesión del diseño en México, una revisión histórica”, Discurso Visual, revista digital del Cenidiap, núm. 7, septiembre-diciembre 2007.

[7] David Piñera Ramírez (coord.),La educación superior en el proceso histórico de México, tomo III, México, Universidad Autónoma de Baja California, SEP, ANUIES, 2002, 724 pp. El capítulo de Pilar Maseda fue “Los inicios de la enseñanza profesional del diseño. El caso de la escuela de diseño del INBA”, pp. 384-398.