ENERO
JUNIO
2020
Communication Practices for Social Change in Pioneer Popular Theater Groups in Bogotá
Resumen
Este artículo sintetiza el análisis de las prácticas comunicativas de dos colectivos pioneros del teatro bogotano, que además de practicar géneros que salen de lo tradicional: teatro transformista y teatro de títeres, se distinguen por la manera en que desarrollan su quehacer, acompañados de actividades que buscan incidir en la transformación social. Para ello se aborda el teatro, en primer lugar, como fin en sí mismo capaz de recrear la memoria, las identidades y las estéticas propias de los grupos sociales y, en segundo, como espacio de construcción de procesos endógenos que en las comunidades. Así, actores, situaciones y contextos se cruzan en torno a la indagación de los sentidos propios de los colectivos alrededor del cambio social.
Abstract
This article summarizes the analysis of the communicative practices of two pioneering groups of the Bogota Theater, which, in addition to being different because of the forms of theater they practice that come out of the traditional, transformative theater and puppet theater, are also different because of the way in which they develop them, accompanied by activities that seek to influence social transformation. For this, the theater was approached, in the first place, as an end in itself capable of recreating the memory, identities and aesthetics of social groups, and secondly, as a space for the construction of endogenous processes than in communities; thus, actors, situations and contexts crossed around the investigation of the collective senses around social change.
Andrea del P. Forero H.
dramaturga, gestora cultural e
investigadora
andreadelpforeroh@gmail.com
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Este artículo es producto de los hallazgos de una investigación realizada con el Laboratorio de Investigación y Creación en Teatro y Comunicación de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de UNIMINUTO, que buscaba analizar las prácticas comunicativas de dos colectivos teatrales que, aunque diferentes por su tradición, historia, objetivos y formas de hacer, propenden por el cambio social en los contextos en que están inmersos.
Los colectivos Teatro Comunidad y Teatro GAADEJO son capaces de desnaturalizar lo que la comunidad ve naturalizado, crear conciencia de sus problemas e intentar revelar soluciones a partir del teatro y la pedagogía como procesos comunicativos. La esencia del teatro que practican ambos grupos se caracteriza por sus temáticas comunitarias y por un proyecto escénico que busca la incorporación del ser humano a su historia colectiva mientras se vincula con las tradiciones. Esto motivó a la investigación de sus prácticas comunicativas.
Se concibe el teatro en el campo de la comunicación social (que normalmente se centra en otros medios) y lo constata como proceso de construcción de sentido de vida desde la perspectiva del cambio social, es decir, vinculado al proceso y al contexto en una dinámica de modificación constante en el entorno en que se desarrolla.
En esta lógica, para hablar de prácticas comunicativas se retoma el concepto de comunicación para el cambio social que entiende a la comunicación como el espacio que permite condiciones para mejorar las situaciones en pos de la igualdad, el reconocimiento, el empoderamiento, la posibilidad de decidir, la memoria, la desnaturalización y la concientización frente al contexto en el que se está inmerso; procesoscomunicativos desde posiciones políticas claras que plantean la fuerza del grupo social y sus posibilidades de construcción de diálogo, incluso interinstitucional. Los sujetos sociales inmersos en las prácticas sociales permiten ver reflejada la comunicación a través de procesos de enunciación; las maneras en las que cuentan lo que les pasa constituyen narrativas para el desarrollo de técnicas expresivas, que conforman la cultura y las experiencias de la población, en la que sus miembros son los actores principales de un proceso cultural en el que se enmarcan las diferentes situaciones, conflictos o pensamientos que permiten una construcción social idónea que permita mejorar la calidad de vida de una determinada comunidad. [1] Estas prácticas sociales entablan experiencias que hacen válidos los sueños o utopías de lo que hemos sido o queremos llegar a ser. El teatro como herramienta que se deja ver ante la sociedad constituye una práctica comunicativa que permite definir acciones comunitarias que proporcionan una identidad a través de las relaciones interpersonales o grupales.
Desde estas perspectivas, esta investigación se refiere a las prácticas comunicativas como prácticas culturales, que en los términos del cambio social vendrían siendo los procesos de creación, expresión, e incluso resignificación de la comunicación, entendiéndola en su sentido complejo y relacional, es decir, constituyente de las experiencias sociales en condiciones temporales y espaciales específicas que inciden en su posición política y a su vez responden a lógicas determinadas. Las preguntas que pretendemos responder se refieren a los procesos de participación, interacción e interlocución, modos de vinculación, las temporalidades y las formas de socialidad, hallazgos que permitirán interpretar las características que tienen en su creación, permanencia y desempeño los colectivos, lo cual aportará en entender su incidencia en las comunidades en que están inmersos. Es importante mencionar que, aunque éste no es análisis comparativo entre los colectivos, en aras de la organización, la coherencia y la síntesis que requiere este escrito los resultados se presentan de manera relacionada.
Así, analizar las prácticas comunicativas de ambos grupos representan un ejercicio de resistencia a los imaginarios hegemónicos impuestos tradicionalmente. Analizarlos contribuye a entender la conexión intrínseca de la comunicación con sus procesos sociales, la coherencia de los discursos con sus prácticas, los escenarios de comunicación, los procesos comunicativos que privilegian, la relación con lo cultural y con los saberes, el acceso a espacios de poder o instancias de decisión y, posteriormente, la manera en que esos procesos colectivos con sus lógicas y referentes tienen incidencia en las comunidades.
Los colectivos
El primero de ellos se denomina con la sigla GAADEJO, Grupo Apoyo Artísticopor la Diversidad de Expresiones Jóvenes (paráfrasis del modismo gadejo usado habitualmente en Colombia como sigla de “ganas de joder”, “ganas de molestar”). Es de los pocos colectivos que hace teatro practicado por jóvenes transformistas en Colombia. Ubicado en el popular barrio Ciudad Jardín Sur, nació en 2012 como un grupo de teatro transformista caracterizado por el humor y la ironía, como se deja ver en su mismo nombre. Está dedicado a la producción de sketch, es decir, escenas cortas con fonomímica, lip sync o sincronización de labios y de obras alrededor del movimiento del cuerpo. Todos sus integrantes son jóvenes que se visten de mujer para interpretar sus personajes, lo cual definen como “treparse”, y sus contenidos buscan la inclusión rompiendo las barreras de género e impulsando la exploración de la identidad. Su público es tanto joven como adulto. A pesar de haber nacido como un pasatiempo, este colectivo ya ha alcanzado logros como la participación en el Festival Artístico Disidente Treparte, un canal en YouTube y varios reconocimientos ante entidades del Distrito, entre otros. Por medio de travestirse y hacer teatro pretenden lograr una sociedad más incluyente en la que las personas no tengan miedo de demostrar lo que son o lo que se sienten al interior. Impulsando una mayor formación en los temas de los derechos sexuales, inclusión y género, además de la escena, trabajan en redes sociales, en plataformas digitales y video.
El otro colectivo se llama Teatro Comunidad, ya que su objetivo es tejer comunidad a través del teatro. Grupo bogotano ubicado en el barrio Galerías, desde 1990 trabaja con títeres, que son fabricados por ellos mismos con diferentes materiales, técnicas y dimensiones, en la recuperación del patrimonio cultural, mito, rito, fiesta y espectáculo. Su método creativo es la recreación de la tradición oral y la música popular utilizando títeres en interacción con actores. Su público son niños y adultos mayores, y aunque nacieron de la separación de otro grupo, han tenido grandes logros como la publicación de un libro, Cinco obras para cómicos ya fantoches, presentación de obras en el exterior, generación de publicaciones y la grabación de dos discos musicales. Construyen obras de teatro, además imparten talleres de fabricación de títeres a madres comunitarias para fortalecer la integración entre ellas y los niños a su cargo. Las temáticas que trata Teatro Comunidad se refieren principalmente en la construcción de memoria desde dos ejes: el primero se enfoca en los valores, partiendo de instituciones tradicionales como la religión, la educación y la familia, y paradójicamente el segundo es crítico, que se puede evidenciar en varias de sus obras de teatro en las que el enfoque principal es la búsqueda de pensamiento analítico para los niños acerca de esas mismas tradiciones.
La razón de ser
El trabajo realizado por GAADEJO ha sido inspirado en la discriminación de la que sus integrantes han sido objeto. Buscan resistirse a la concepción de poder que se ha construido en la sociedad, fortalecida por laindiferente actitud del Estado. Por ello tocan temas de género, sexualidad, religión, política y economía, contenidos que se relacionan profundamente con el contexto y la comunidad LGTBI.
Integrantes de Teatro GAADEJO. Foto: Laboratorio de Teatro y
Comunicación UNIMINUTO.
Las propuestas teatrales de GAADEJO están basadas en un trabajo de investigación frente a los temas de género, inclusión, prejuicios y estereotipos. Por ejemplo, es recurrente el tema de las condiciones que se les exige a la mujer para ser reconocida socialmente, no sólo por lo que es sino por su apariencia; así, el maquillaje, el peso corporal, los tacones, el cabello, la forma de expresarse y moverse son materia prima de muchas de sus creaciones. Las obras de Teatro Comunidad reafirman los valores tradicionales como el de la familia heterosexual y las tradiciones católicas, pero invitan al público a la reflexión.
Ambos colectivos construyen sus obras participativamente. GAADEJO por medio de técnicas como la lluvia de ideas y Teatro Comunidad utilizando el diálogo abierto y fluido que les da la experiencia de trabajar juntos por muchos años. Los integrantes de GAADEJO han aprendido a escucharse y a valorar los aportes de todos, tejiendo ideas y enlazando lo cotidiano de sus vidas para convertirlas en arte y transformarlas en conocimiento para la comunidad LGBTI y la sociedad en general. Para la realización de sus montajes, Teatro Comunidad muchas veces genera acercamientos e intercambios con ideas de otros artistas.
El teatro que hace GAADEJO es de historias breves con humor, sketches que incluyen música y videoclips que apoyan su técnica de fonomímica y danza. El cuerpo es su herramienta. El aporte que hace este colectivo al concepto del arte transformista es que incluye nuevos elementos teatrales además del maquillaje y el vestuario, como la profundidad en el manejo del tema de género desde el enfoque de los derechos hasta la inclusión de la tecnología en su espectáculo. Esperan de esta manera lograr espacios para el arte transformista y a partir de ello conseguir que las personas sientan mayor libertad de ser o estar en la sociedad. Un espectáculo de GAADEJO es una articulación entre los saberes o prácticas tomadas del teatro tradicional y el aprovechamiento de los recursos que ofrece el lip sync, retando a los espectadores a disfrutar de otras estéticas, como la de uno de las integrantes que se presenta en escena travestido pero sin afeitar su barba.
De manera similar, Teatro Comunidad está en constante crecimiento yrenovación de su contenido teatral. Dentro de sus presentaciones motivan la interacción con la puesta en escena entre los artistas y el público para dar paso a un intercambio de conocimientos, lenguajes y saberes que se pueden recrear, resignificar y reproducir.
Las puestas en escena de ambos colectivos reflejan calidad y compromiso producto de la exigencia en los ensayos. Los dos hacen de la música un recurso de comunicación muy importante. Teatro Comunidad la presenta en vivo, ya que aporta a los mensajes de las obras y conecta al público por actos de memoria, rondas o canciones tradicionales de diferentes territorios que han sido olvidadas o reemplazadas por otras. Para GAADEJO es parte del contenido de las obras, pues de ella depende la fonomímica y el movimiento del cuerpo, esenciales en el quehacer del grupo.
Teatro para el cambio social
Teatro Comunidad tiene como objetivo generar memoria a través de un enfoque pedagógico que va dirigido a la primera infancia y los adultos mayores. Busca crear una reflexión y memoria sobre los problemas o conflictos sociales para mejorar la calidad de vida y la reafirmación cultural de la comunidad en aspectos como la religión, la salud o la educación alimentaria. Para ello hacen uso de recursos y elementos artísticos llamativos y próximos a la realidad social de estas comunidades.
Teatro Comunidad en función. Foto: Laboratorio de Teatro y
Comunicación UNIMINUTO.
De manera similar, GAADEJO pretende mejorar sus condiciones de vida, legitimar los derechos sexuales y sentirse arte y parte de la sociedad. La comunidad LGBTI representada por este grupo aprovecha el teatro como herramienta de lucha y contrarresta la opresión a la que han sido sometidos.
El concepto del teatro que tienen ambos colectivos es tendiente al cambio social. Lo que hacen es cercano a la gente. Aprovechan la potencialidad del teatro como medio de comunicación que llega a espacios incluso no teatrales para que las comunidades se empoderen de sus realidades. Así pues, el sentido de sus prácticas comunicativas está orientado a una apuesta política y crítica al sistema a partir de la lúdica; esperan generar dudas, cambios de mentalidad y transformación de realidades.
Es destacable la libertad de decisión y la coherencia de sus discursos con la práctica. Así, Teatro Comunidad en obras como El Fantoche elabora una crítica a la corrupción política en Colombia e invita a hacer memoria colectiva para no olvidar aquellas personas que han perjudicado este país y propone a su público apropiarse del papel de sujetos políticos. En La Princesa Filomena y Tamborecos da un giro a los valores culturales y legitima el papel de la mujer que decide, que no necesita un esposo si no quiere, lo cual evidencia con su propia versión de la ronda infantil Arroz con leche: “Arroz con leche/me quiero casar/o quedarme soltera me da igual/ me gusta bailar, me gusta viajar/ leer muchos libros para imaginar”. Por otro lado, GAADEJO en obras como Perras en el baño y Me siento fenomenal, pretende la reivindicación de derechos femeninos con un plus: la libertad sexual y el respeto a los individuos que, como en este caso, se sienten mujeres y quieren ser tratadas como tales, además de visibilizar otras problemáticas de la cotidianidad.
Las problemáticas que inspiran las dramaturgias en los dos colectivos parten de los contextos en que están inmersos, de esta forma los contenidos de la realidad se reinterpretan en sus obras con el objetivo de hacer memoria y catarsis de los conflictos. Las comunidades perciben estos trabajos como una manera de compartir situaciones que los afectaron pero en algún momento fueron olvidadas. Esta labor fomenta espacios de participación e inclusión con grupos humanos con la capacidad de ejercer acciones solidarias en las que se desatan procesos de construcción ciudadana que pretenden lograr la dignificación de la vida humana a través del arte.
Teatro GAADEJO en función. Foto: Laboratorio de Teatro y Comunicación
UNIMINUTO.
GAADEJO ha trabajado en el fortalecimiento de su tejido social con otras organizaciones LGBTI y con su comunidad, lo que los ha llevado a consolidarse como un colectivo potencialmente generador de transformaciones sociales. Por ejemplo, han tomado parte en la Mesa de Participación en la localidad Uribe Uribe de Bogotá, un espacio de incidencia política que entre sus funciones organiza festivales donde se exponen shows de transformismo con el fin de que la comunidad participe, al menos como espectadores. Resulta pertinente señalar que dicho festival ya va por la décima versión. También hicieron parte de una organización popular, Flor de Loto Teatro, con la que realizaron actividades teatrales con jóvenes e hicieron intercambios culturales con integrantes de otros colectivos que utilizan prácticas artísticas como la música y la danza entre otras.
Teatro Comunidad ha gestionado sus propias iniciativas para movilizar una red de cohesión social a través del arte popular-callejero, con el cual han llevado a cabo procesos pedagógicos en los que evidencian los conflictos urbanos, ambientales y la realidad social de sus comunidades, y de la misma manera buscan rescatar los valores culturales y folclóricos que hacen parte del patrimonio colombiano.
Es de resaltar que los colectivos integran a las comunidades no sólo en la construcción de las piezas teatrales sino en la identificación con lo que ven en el escenario. El lenguaje artístico se convierte en un elemento esencial a la hora de interactuar directamente con el público objetivo en la construcción de sentido en busca de una cercanía inmediata, como se puede ver en la adaptación a los títeres que hizo Teatro Comunidad de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.
Los colectivos han sido enfáticos en la disposición de aprender nuevas formas de dialogo para así poder relacionarse con otros y tener la experiencia de entender otros modos, significados y saberes de otras culturas. Ahora bien, nutriéndose de los lugares en los cuales desarrollan su actividad teatral y pedagógica estos grupos son variados: Teatro Comunidad en parques, plazas, salas o comunidades educativas, mientras que GAADEJO en bares, salas y festivales teatrales. Como puede verse, su quehacer reside en espacios de relacionamiento no convencionales.
Teatro Comunidad desarrolla e interpreta el proceso teatral como un proceso endógeno en el que sus propuestas de gestión y fortalecimiento de tejido social van de adentro hacia afuera, ya que sus obras se centran en las comunidades del territorio en que está inmerso aunque esté destinado también para las comunidades externas; en consecuencia ha logrado desarrollar un teatro de fácil acceso que ha podido llevar a diversas zonas y localidades de Bogotá, así como a varias regiones del país. Por su parte, GAADEJO, dada su itinerancia, no ha logrado crear fuertes vínculos con el territorio donde tienen su sede actualmente, aunque han existido momentos de interacción con esta comunidad. También han llevado sus espectáculos a diversos espacios en Bogotá, como el mencionado barrio Rafael Uribe Uribe. Es destacable la capacidad de estos colectivos de gestión de conflictos en un contexto de paz desde el teatro, y brindar alternativas para que los actores del conflicto logren un proceso de comunicación y reconstruyan el tejido social.
Los dos colectivos se han enfrentado a la falta de apoyo económico por parte del Estado, que no ve en las muestras artísticas con sentido social una verdadera labor que merezca respaldo económico. Esto genera frustración en los grupos y los obliga a financiarse con recursos propios para transporte y materiales. Estas limitaciones económicas les han hecho perder la oportunidad de estar en algunos escenarios y por ende obstaculizan su reconocimiento; aun así algunas de sus muestras son gratuitas o de bajo costo.
Prácticas comunicativas
Para esta investigación se aprovechó el aporte teórico de Jair Vega y Eliana Herrera para comprender lo cultural en las prácticas comunicativas desde tres ejes: los usos estéticos, los saberes y losvalores. [2] El colectivo Teatro Comunidad ha adoptado y adaptado técnicas de culturas diversas en la elaboración de sus títeres para que suplieran las necesidades de las puestas en escena. En sus obras siempre hay acompañamiento musical como un acto de memoria, ya que se interpretan rondas tradicionales que con el paso del tiempo han sido olvidadas o reemplazadas por otras nuevas.
Ambos colectivos hacen énfasis en el desarrollo creativo de sus dramaturgias, basadas en su mayoría en contextos históricos significativos para la sociedad. La relevancia de los saberes tradicionales entra en juego cuando abordan temas de la cotidianidad, que a su vez intentan rescatar el patrimonio cultural y simbólico.
Se habla de prácticas comunicativas en la construcción de escenarios para el encuentro, la reflexión, el debate y la construcción de sentido por parte de los mismos actores de las comunidades, de prácticas comunicativas de resistencia cuando se genera información pública o se cuestionan los discursos propuestos por las entidades, y las prácticas comunicativas legitimadoras cuando participan instituciones públicas y privadas que constituyen un elemento clave en los procesos de cambio. Las comunidades, organizaciones y procesos sociales son vistos más como destinatarios que como actoresparticipantes. [3]
De acuerdo con esta clasificación, se puede establecer que GAADEJO configura prácticas comunicativas de resistencia, pues sus discursos hacen oposición a los imaginarios sociales, mostrando y objetando los estereotipos cotidianos como el de género, impuestos por la sociedad y los medios de comunicación. En Teatro Comunidad el contenido está enfocado en la reconstrucción de la memoria, ya que incorporan en muchas de sus obras críticas a la corrupción y a la manipulación política, es decir, presentan prácticas de resistencia. Inconscientemente también responden a prácticas legitimadoras de tendencias ideológicas hegemónicas, por ejemplo, al sugerir a los espectadores seguir conductas religiosas, reafirmando así imaginarios relacionados con instituciones tales como la familia nuclear, la Iglesia o los roles sociales tradicionales.
En cuanto a su intención, relacionamiento y construcción de sus obras, los grupos teatrales indagados representan prácticas comunicativas proyecto pues permiten la participación y la reflexión colectiva. Esto se da a pesar de que tienen limitantes de carácter económico que les hacen participar en convocatorias institucionales y de una u otra manera tener que cumplir con unas condiciones estéticas y discursivas que les permita acceder a los incentivos. En este sentido, existe el riesgo de que los colectivos desarrollen prácticas legitimadoras y que pierdan la libertad creativa o caigan en la autocensura; el dilema lo da la sostenibilidad económica.
Para terminar…
Desarrollar la investigación con los estudiantes del Laboratorio deUNIMINUTO, además de fortalecer el proceso de investigación formativa y aplicada y poner en juego la posibilidad de construir conocimiento en colectivo, constituyó una experienciaenriquecedora en la medida que permitió conocer otras formas de comunicar diferentes a las consideradas comúnmente dentro de la academia y en el marco de la estructura patriarcal; significó aprendizajes de tipo investigativo, teatral y personal en los que no se profundizará en este escrito.
En cuanto al teatro con carácter popular, la investigación confirmó que se configura como una práctica social generadora de procesos de comunicación capaces de producir y reproducir las realidades sociales aprovechando las experiencias de las comunidades para que desde la acción dramática se permita pensar las posibilidades de la transformación social. El teatro trabaja al sujeto como individuo y como ser social, lo que permite que desde su fin, que es la representación en la puesta en escena, así como desde su proceso, la construcción teatra, evidencie y gestione conflictos y fortalezca el tejido social aunque a veces estos objetivos no sean actos conscientes u objetivamente planeados. Estos son los sentidos que circulan en el análisis de las prácticas sociales y específicamente de comunicación de los colectivos abordados.
De las prácticas comunicativas hay que decir que su análisis depende de la capacidad de identificar las prácticas sociales en las que están inmersas, es decir, las acciones cotidianas que son producto de una lógica de acción que, aunque no sea planeada intencionalmente, configura un modo de ser y de hacer que construye y reconstruye sentidos y que legitiman la posición de los individuos que viven la experiencia compartida del colectivo.
En lo que se refiere a las prácticas de comunicación de los colectivos de teatro analizado, en cuanto a su forma demuestran una acción colectiva configuradora del diálogo y la participación que desata procesos de construcción ciudadana y permite la dignificación de la vida humana. Esto fortalece el ejercicio democrático. Estas prácticas comunicativas que demuestran que desde la creación y la circulación de los sentidos se propende por cambios profundos y la construcción de alternativas al orden social imperante, son manifestaciones del cambio social. Aun así, se ve cómo la academia las subestima y deslegitima y prefiere concentrarse en las industrias culturales de los medios masivos.
De esta manera se concluye, de acuerdo con lo visto en estos grupos de teatro, que hay una relación entre el concepto de prácticas comunicativas y el de cambio social, y se devela que existen estrategias de ocultamiento de otras formas de concebir las situaciones y a la vez se destacan otras propuestas innovadoras que luchan contra esa invisibilización. Hacer visibles desde la academia este tipo de prácticas permite generar esperanza y abrir espacios para nuevas alternativas en lugar de concentrarse en estudios de análisis del poder, que en últimas terminan, muchas veces sin quererlo, haciendo apología más que crítica a formas e imposiciones que sepretende transformar. [4] Para Uranga, las prácticas de comunicación se insertan dentro de las prácticas sociales, apoyadas en las relaciones y las interacciones; [5] de la misma manera, la comunicación es el espacio de las prácticas sociales. Cuando se habla de cambio social es necesario contemplar a los sujetos desde las acciones e interacciones dadas por las prácticas comunicativas.
La comunicación para el cambio social tiene que ver también con la capacidad de transmitir, desde las propias prácticas y con el lenguaje adecuado, la imagen de un horizonte utópico y una posibilidad de cambio. La comunicación para el cambio social es, necesariamente, la enunciación de propuestas portadoras de futuro tomando en cuenta la realidad presente. Nobasta con la denuncia ni con el simple relato de los acontecimientos. [6]
En últimas, lo que esperan las prácticas comunicativas tendientes al cambio social, como las de los colectivos indagados, es cuestionar y desequilibrar el statu quo. Desde este enfoque es posible determinar que estructuralmente se subestiman las posibilidades de transformación que tiene el teatro y el papel de los teatristas cuyo papel se puede equiparar al de Don Quijote enfrentado a molinos de viento que ve como gigantes, pues la ausencia de público en las presentaciones y las limitadas posibilidades de apoyo institucional desestabilizan su sostenimiento y evitan que sus obras alcancen los objetivos de concientización y pedagogía.
Títere fabricado por Teatro Comunidad. Foto: Laboratorio de Teatro y
Comunicación UNIMINUTO.
Con relación al análisis del contenido de las prácticas comunicativas, a pesar de los logros artísticos que han alcanzado estos colectivos reclaman dos tipos de reivindicación de justicia social. Teatro Comunidad busca una redistribución más justa de los recursos para el arte, GAADEJO persigue el reconocimiento de la diferencia de las identidades. Nancy Fraser sostiene que hay grupos que buscan la igualdad social por medio de una redistribución y hay otros que pretenden el reconocimiento para lograrla. Para esta investigadora, ambos, tanto el reconocimiento como la distribución, son necesarios para la justicia social, y para que se dé tanto la redistribución como el reconocimiento se deben tener en cuenta los logros y las luchas que históricamente han llevado a cabo los movimientos sociales. [7] Fraser plantea que los grupos que buscan la redistribución se concentran en el dominio económico de la sociedad, y los que buscan el reconocimiento están en el terreno de lo cultural; en esa lógica, los unos y los otros tienen condiciones, motivaciones y sentidos diferentes. En sí, de acuerdo con la autora, el tema es de injusticia social, pues estos grupos de teatro son representados de manera que no cuentan con participación social como iguales en la vida social.
Las instituciones sociales deben hacer posible la igualdad de condiciones y equidad para los grupos identitarios, con colaboración y articulación con los actores políticos en busca de una justicia distributiva y una paridad de participación a partir de la visibilidad y la identificación de las identidades. Una distribución adecuada de los recursos permitiría a los colectivos contar con una mayor libertad creativa para desarrollar la expresión de sus prácticas comunicativas de resistencia. La autora propone que con una paridad participativa que se dé de manera intergrupal, aprovechando que los colectivos ya han hecho intercambios con otros grupos similares, se podrían constituir redes que les permitan una mayor incidencia social y política. La estrategia consistiría en que a partir del dialogo se identifiquen las diversas posiciones y se hagan acuerdos participativos que les permitan interlocutar con agentes decisorios.
El dialogo es una práctica comunicativa a fortalecerse como resultado de un ejercicio social de carácter reflexivo sobre las acciones, una reflexión que produce sentidos y que confiere significados y posibilidades de agenciamiento en condiciones sociohistóricas específicas. El diálogo está presente dentro de los colectivos, pero pensarlo de manera más amplia parece una utopía frente a la estructura clasista de la sociedad colombiana contemporánea. No obstante, ante las injusticias sociales se empiezan a generar redes que buscan contrarrestarlas. Alcanzar solo la distribución económica o únicamente el reconocimiento sería contraproducente para los colectivos, pues reduciría su valor cultural y la complejidad de las situaciones que atraviesan.
Ahora bien, en la contemporaneidad se supondría que sería más fácil lograr el reconocimiento de las diversas identidades, aun cuando la distribución económica está atravesada por las políticas de mercado en las que el arte de carácter popular o comunitario no tiene cabida. La respuesta de la autora Fraser para mitigar estas demandas sociales es hacer una “reparación transversal”, pero esta sería una estrategia coordinada en la que haya medidas distributivas para el reconocimiento y de reconocimiento para la redistribución teniendo en cuenta los límites del grupo y del espacio, entendiendo que son estrategias que responderán a las especificidades delcontexto. [8]
Para terminar, hay que resaltar que el análisis de las prácticas comunicativas de estos colectivos permitió reconocer un movimiento importante del teatro de carácter popular, que vale la pena relevar en la academia, entendiendo que cuentan como manifestaciones de comunicación para el cambio social y que a pesar de sus limitaciones empiezan a conformar grietas a un sistema socioeconómico que privilegia los medios de comunicación hegemónicos e invisibiliza la cotidianidad. Ya es hora de quela academia reconozca el teatro popular en la comunicación, y que éste se fortalezca como una apuesta política que permite la contrainformación y la participación de las comunidades.
Bibliografía
De Sousa Santos, Boaventura, Producir para vivir. Los caminos de la producción no capitalista, México, Fondo de Cultura Económica, 2011.Fraser, Nancy, Capítulo I. La justicia social en la era de la política de la identidad: redistribución, reconocimiento y participación , España, Ediciones Morata, 2006.
Uranga, Washington, “El cambio social como acción transformadora”, en A.Enz, R. Fantin e I. Laharrague (eds.), Comunicación para el cambio social, Argentina, La Crujía, 2006.
__________, Mirar desde la comunicación. Una manera de analizar las prácticas sociales , Argentina, Facultad de Periodismo y Comunicación Social-UNLP, 2007.
Valencia, Juan Carlos y Claudia Magallanes,Prácticas comunicativas y cambio social: potentia, acción y reacción, < http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.uh81.pccs >. Consulta: 20 de junio, 2017.
Vega, Jair y Eliana Herrera, “Pensar desde la experiencia. Comunicación participativa en el cambio social”, en Prácticas comunicativas de participación cultural y memoria biocultural , Colombia, UNIMINUTO, 2012.
Fotografías
Foto 1: Teatro Comunidad en función. Foto: Laboratorio de Teatro y Comunicación UNIMINUTO.Foto 2: Integrantes de Teatro GAADEJO. Foto: Laboratorio de Teatro y Comunicación UNIMINUTO.
Foto 3: Teatro GAADEJO en función. Foto: Laboratorio de Teatro y Comunicación UNIMINUTO.
Foto 4: Títere fabricado por Teatro Comunidad. Foto: Laboratorio de Teatro y Comunicación UNIMINUTO.
Referencias audiovisuales
Consultadas el 15/06/2013.
Manifiesto Democracia Real Ya! en lenguaje de signos.
Semblanza de la autora
Andrea del P. Forero H. Dramaturga, gestora cultural, investigadora social, directora de la Fundación Vitae, coordinadora del GT Arte y Política de Clacso, docente universitaria y líder del Laboratorio de Teatro y Comunicación en UNIMINUTO. Interesada en el teatro, la política, la educomunicación, la comunicación estratégica y el cambio social. Formación en Comunicación Social-Periodismo, maestría en Comunicación Educativa, maestría en Comunicación Educación en la Cultura y estudiante de Doctorado en Comunicación.
Recibido: 23 de agosto de 2019.
Aceptado: 25 de octubre de 2019.
Palabras clave
prácticas comunicativas, teatro, transformación social, Bogotá.
Keywords
communicative practices, theater, social transformation, Bogotá .
[1] Washington Uranga, Mirar desde la comunicación. Una manera de analizar las prácticas sociales , Argentina. Facultad de Periodismo y Comunicación Social-UNLP, 2007.
[2] Jair Vega y Eliana Herrera, ¨Pensar desde la experiencia. Comunicación participativa en el cambio social¨, en Practicas comunicativas de participación cultural y memoria biocultural , Colombia, UNIMINUTO, 2012, p. 292.
[3] Ibidem , p. 288.
[4] Boaventura De Souza Santos, Producir para vivir. Los caminos de la producción no capitalista , México, Fondo de Cultura Económica, 2011.
[5] Washington Uranga, “El cambio social como acción transformadora”, en A. Enz, R. Fantin e I. Laharrague (eds.), Comunicación para el cambio social, Argentina, La Crujía, 2006, p. 39.
[6] Ibidem , p. 4.
[7] Nancy Fraser, ¨Capítulo I. La justicia social en la era de la política de la identidad: redistribución, reconocimiento y participación¨, en ¿Redistribución o reconocimiento? Un debate político-filosófico , España, Ediciones Morata, 2006.
[8] Idem.