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Razón dividida.
Víctor Muñoz
La muestra retrospectiva
Razón dividida
se llevó a cabo, a manera de homenaje a este reconocido creador,
del 6 al 19 de mayo de 2006 en Ex Teresa Arte Actual, en la ciudad
de México.
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ADRIANA ZAPETT
• HISTORIADORA
EDWINA MORENO • HISTORIADORA
DEL ARTE
Investigadoras del Cenidiap
azapett@hotmail.com
Víctor Manuel Muñoz Vega, uno de los artistas precursores
del arte conceptual en México, se formó en la Escuela
Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda del Instituto
Nacional de Bellas Artes. Con una amplia y reconocida trayectoria
de poco más de treinta años, ha participado en innumerables
exposiciones individuales y colectivas, tanto en el país
como en el extranjero.
Miembro fundador de los grupos La Rabia (1969-1970)
y Proceso Pentágono (1976-1991), del Frente Mexicano de Grupos
Trabajadores de la Cultura (1978-1979) y de la Asociación
Civil Atloyantépetl Itequiuh Atocpan, ha mantenido una actividad
académica constante en congresos y encuentros, la docencia,
la investigación, la curaduría, la consultoría
y la asesoría. En su experiencia profesional como conferencista,
así como en los textos de su autoría, le ha dado especial
importancia a la preservación y difusión de la cultura.
La producción de Víctor Muñoz
es polisémica y compleja, en sus ambientaciones, instalaciones,
procesos, eventos y acciones callejeras que ha realizado desde finales
de la década de 1960 resignifica acontecimientos y espacios
de índole social, histórica y política en México
y América Latina.
En la exposición/homenaje Razón
dividida, el autor hizo referencia al proceso creativo en el
que la materialidad de la obra pasa a un segundo término.
Como una crítica fuerte hacia la lógica del capital,
donde todo es susceptible de transformarse en mercancía,
el trabajo se orientó a los aspectos humanos, hacia las perspectivas
ante la vida o a la ausencia de expectativas. Fue una muestra en
la que se dimensionaron las grandes pérdidas y el irremplazable
vacío: en los trozos de una banqueta, en un casillero postal
o en el llanto de una maleta.
La obra de Muñoz nos sensibiliza hacia los
efectos devastadores de la intolerancia, la marginación,
las injusticias sociales, el sacrificio personal o colectivo, entrelazando
lo ético con lo estético. Desde el desamparo de una
madre hundida en la miseria, en Luz Elvira (1985) hasta
el desmoronamiento de un país, en Reducto para guerra
de baja intensidad (1999), el artista busca hacer visible un
modo distinto de percibir el mundo.
En el lenguaje artístico de Víctor
Muñoz, los referentes de una masacre, en su instalación
2 de octubre (1973), la estructura de una cimbra en proceso
de construcción que nos remite metafóricamente a las
grandes transformaciones del pensamiento, en Homenaje a Giordano
Bruno (2001-2006), o la presencia de destrucción y guerra
en el mundo contemporáneo, en Paisaje obsceno (2006),
nos permiten comprender el arte como una vía reflexiva para
la vida. De tal forma que esta praxis cultural nos hace
ahondar en las condiciones de posibilidad que tienen los sujetos
al conocer el mundo estéticamente para develarlo.
En Víctor Muñoz tenemos un artista
conceptual, diría yo, austero. En primer lugar, son pocos
los elementos que componen cada una de sus instalaciones, la otra
razón para el calificativo la enunciaremos adelante. Es
también un autor de ayer y de hoy. De ayer porque todavía
ahora como artista independiente hace arte de crítica social
y política, vertiente que inició cuando formó
parte en los años setenta de uno de los grupos artísticos
que surgieron como respuesta a los acontecimientos del 68, Proceso
Pentágono, el cual ganó un espacio importante en
el arte nacional. De hoy porque en la mayoría de las obras
actuales proyecta ideas y vivencias individuales, muy salidas
del yo interior. Esta es la tónica que domina el arte conceptual
de nuestros días.
Una vez más, a pesar de haberse cruzado
los límites de la modernidad y encontrarnos en la posmodernidad,
que ha traído nuevas formas de pensar y nuevos comportamientos,
el individualismo no sólo no ha desaparecido, sino que
ha adquirido nuevas y potentes formas de presentarse. Como quiera
que sea, en el arte el Autor, con mayúsculas, ha resurgido;
pero eso sí, hay una diferencia con la modernidad, ahora
se considera como contrapartida la presencia activa, antes olvidada,
del receptor como aquel que finalmente completa la obra.
Sobre esto, volvamos a lo austero de Víctor
Muñoz. Nos dice poco, muy poco en sus cédulas. Hay
que tratar, como espectador, de tomar una postura ante ellas sin
preocuparse demasiado de qué querría transmitir
el autor. Recordemos que para los conceptualistas la idea es lo
principal y no la imagen o el objeto artístico y, en esta
lógica, buscan reforzar el concepto vertido en imágenes
mediante un cierto tipo de explicación lingüística,
seguramente buscando que la comunicación entre autor y
espectador sea más fluida o menos oscura e imprecisa. A
Víctor Muñoz no le importa esto, es no sólo
austero sino modesto, no quiere imponer sus puntos de vista, su
perspectiva de algo, y para ello nos entrega obras abiertas.
Ahora bien, la mayoría del público
busca explicaciones cuando va al museo y obras como las de Muñoz
se restringen a sí mismas, dirigiéndose a un público
escaso dispuesto a jugar con la imaginación. Desde luego,
las obras de crítica social son mucho más explícitas
y comprensibles.(1)
En Razón dividida, a partir
de un pequeño fragmento de la pintura original del añejo
edificio (ex Templo de Santa Teresa la Antigua, en el centro histórico
de la ciudad de México) donde se ubica Ex Teresa Arte Actual,
en el ángulo izquierdo del fondo de la nave mayor que semeja
una cruz o una cimbra, según se interprete, el artista explica
la importancia de este referente en su obra. Al igual que la cimbra
como metáfora, como cimiento de algo en construcción,
sus argumentos, sus razonamientos, tienen un anclaje en la conciencia
de quien se haya compenetrado y comprometido con su realidad.
Nota
1. Comentario en torno a esta retrospectiva de la
maestra Pilar Maseda, Academia de Arte Emergente y Nuevas Tecnologías
del Cenidiap. El 19 de mayo de 2006, mediante un acuerdo por parte
de los directores de Ex Teresa Arte Actual y del Cenidiap, los integrantes
de esta academia (Edwina Moreno, Alejandra Estrada, Rubí
Aguilar, Aline Vargas, Adriana Zapett y Pilar Maseda) tuvimos oportunidad
de dialogar con el maestro Víctor Muñoz sobre Razón
dividida, como parte de las actividades que desarrollamos en
este espacio de reflexión.
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