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La Escuela Nacional de Artes Plásticas
y el proyecto de la licenciatura
en Artes Visuales(1)

En 2003 se cumplieron treinta años de la aprobación de los ajustes al plan de estudios de la carrera en Artes Visuales, con los que se conformó el proyecto académico que hoy sigue vigente en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ese mismo año se inició el llamado proceso de “autoevaluación”, cuyo informe final subrayó la dificultad de analizar un plan de estudios “que no terminó nunca de consolidarse como tal, sino que sólo se propuso a modo de principios”(2) y cuyos planteamientos distaban mucho, como hasta nuestros días, de la realidad operativa de dicha licenciatura.(3) A continuación se presenta un análisis histórico de ese proyecto.

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ADY CARRIÓN PARGA ARTISTA PLÁSTICA
adycarrion@prodigy.net.mx

 

El plan de estudios de 1971 para la carrera de Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), que había sido aprobado por su Consejo Técnico a finales del año anterior,(4) tuvo una vida corta pues fue sustituido por el proyecto de 1973, el cual no se presentaba como un nuevo plan de estudios sino como la síntesis de programas y objetivos pedagógicos,(5) aunque en realidad implicaba un cambio sustancial. Estas transformaciones se llevaron a cabo durante la segunda gestión como director de la escuela del profesor Roberto Garibay, quien explica que en 1970 la ENAP estaba en franca crisis: “había inscritos [sólo] unos cuantos alumnos”,(6) a causa de la obsolescencia de los planes de estudio. El planteamiento fue que Artes Visuales sustituiría a las licenciaturas de Pintura, Escultura y Grabado, que existían como carreras desde 1959.(7) El plan de 1971 implicaba un cambio radical: desaparecía el dibujo y disminuían las horas de taller.


Figura 1. Esquema general de la licenciatura en Artes Visuales, incluido en la Síntesis de programas de objetivos pedagógicos del currículum del plan de estudios de la licenciatura en Artes Visuales. Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1973.


Así, la nueva carrera de Artes Visuales pretendía desbordar a la ENAP como escuela de artes plásticas e integrar otras disciplinas:

[…] es necesario y deseable que en el futuro pueda crearse un centro común de aprendizaje para las especialidades de Arquitectura, Diseño Industrial, Artes Plásticas, Diseño Gráfico y en general todo lo que atañe a las Artes Visuales. […] Dentro de este esquema se podrían desplegar al máximo las posibilidades de apertura hacia el arte del presente, invitando a creadores y técnicos, nacionales y extranjeros, como profesores temporales.(8)

En la descripción de este “centro común de aprendizaje” aparecen las artes visuales como el campo que engloba las especialidades de arquitectura, diseño industrial, artes plásticas y diseño gráfico; el carácter utópico de ese proyecto era evidente, al grado que jamás se concretó.

En realidad, el tono de todo el plan de estudios es más cercano al de un manifiesto que al de un planteamiento pedagógico: no hay ninguna consideración acerca de las habilidades o los conocimientos que desarrollará el alumno; en cambio, se enlista una serie de acciones a realizar para formar parte del arte del presente, por ejemplo:

-Derivar las posibilidades ambientales del arte a partir de su análisis ambiental e histórico.
-Incorporar las posibilidades técnicas y científicas al diseño de objetos artísticos.
-Ofrecer las condiciones materiales y técnicas para que maestros, alumnos e investigadores puedan realizar obras en las corrientes de arte-tecnología.
-Buscar la transformación de los espacios urbanos con la ayuda de la luz y el movimiento dentro de un urbanismo científicamente planeado.(9)

Más que una licenciatura, parece fundarse como un centro “facilitador” de recursos y materiales para la creación de obra artística, del que se beneficiarían los maestros y los investigadores. El proyecto pretende impulsar y transformar la producción artística del país con el apoyo de una institución como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y muestra una preferencia por corrientes artísticas del momento: artes urbano, cinético y lumínico.

Los autores del plan de estudios, Manuel Felguérez, Carlos Ramírez Sandoval y Luis Pérez Flores,(10) asumieron que la producción artística ya no se realizaría en talleres, sino que requeriría de cuantiosos recursos económicos, materiales y técnicos; el arte se haría desde la universidad, aprovechando sus recursos.(11)

El plan de estudios de Artes Visuales pretendió convertirse en la vía para oficializar el apoyo de la UNAM a los artistas, estructurado a modo del arte oficial. Sin embargo, el egresado de la carrera no sería un artista, pues se debía:

[…] romper con el viejo mito académico de que este tipo de escuelas debe estar dedicado a la formación de artistas. Con este nuevo programa se trata de situar al egresado de la ENAP en la especialidad de Artes Visuales, abriéndole una diversidad de posibilidades dentro del mundo actual, ya que la obra de arte se sitúa en relación con la intencionalidad de la época.(12)

Entonces, ¿en qué terreno se ubica el egresado de esta carrera?

Con este programa se actualiza el lenguaje, o sea, un medio de expresión y de comunicación, al mismo tiempo que se participa de una manera armónica en el desarrollo social, económico e industrial de México. Este lenguaje participa directamente de medio de comunicación [sic] como: Cine, Televisión, Publicidad, etc. y de procesos industriales, técnicos y estéticos.(13)

De esta manera, mediante este plan de estudios se propone enseñar no un oficio, no una disciplina artística, sino un lenguaje, que se concibe específicamente como un lenguaje visual. Lo que el término “artes visuales” implica en este documento es la existencia de un lenguaje visual determinado, conocido y estudiado, que puede y debe ser enseñado a los alumnos.

La Síntesis de programas y materias(14) del plan evidencia que el énfasis está en las materias agrupadas como “artes visuales”, cuyos contenidos y seriación se desglosan a lo largo de doce páginas. Entre sus contenidos se incluyen tres cursos de diseño básico, dos de diseño gráfico, cinco de diseño visual, dos de diseño experimental y dos de diseño urbano. El diseño es claramente un asunto relevante en la enseñanza de este lenguaje visual.

La nueva licenciatura en Artes Visuales pretendía incluir los conocimientos del diseño en su proyecto académico, aunque no tenía la misma perspectiva del diseño que se impartía en la licenciatura en Dibujo Publicitario.

La pugna por el diseño al interior de la ENAP dará pie a que se forme, en 1974, una tercera carrera: Diseño Gráfico, a la par de la consolidación de Dibujo Publicitario como licenciatura en Comunicación Gráfica.(15)

El diseño gráfico en Artes Visuales, justificado por el director Roberto Garibay como “parte lógica de un programa de Diseño Visual,”(16) no se preocupa por clientes, marcas o estrategias publicitarias. Se procura un diseño gráfico ideal, con función social más que mercantil; un diseño que es fundamental en la transformación de las sociedades y de los seres humanos.

El diseño aparece aquí como el puente entre arte y tecnología o entre arte y ciencia. El artista-diseñador será diseñador de obras, no realizador. Los objetos no serán producidos sino diseñados por el autor, de ahí la reducción de horas de trabajo de taller bajo la asignatura de adistramiento técnico y la desaparición total de las asignaturas de dibujo en el plan de estudios.

Asimismo, en el plan de estudios lo técnico se concibe simultáneamente como accesorio –la vía a través de la cual el objeto artístico se materializa– y como contenido académico, temático e incluso estético. Con la técnica misma se conceptualizan y diseñan las obras;(17) por ello, aunque las técnicas tradicionales reducen su presencia en el plan de 1971, la estética de lo técnico permea hacia muchas de las asignaturas de artes visuales.(18)

 

Los ajustes de 1973

Desde 1972 se sumaron al equipo de trabajo, con el fin de integrar las modificaciones al plan de estudios de 1971, Óscar Olea, Federico Silva, Héctor Trillo, Kasuya Sakai, Juan Antonio Madrid y Manuel González Guzmán.(19) El documento que integraron no se presentó como un nuevo plan de estudios sino como la síntesis de programas y objetivos. Sin embargo, incluye cambios sustanciales: introduce cuatro semestres de dibujo,reencauza las materias de adiestramiento técnico con el nuevo nombre de experimentación visual e introduce arte cinético como un área selectiva, para la cual debían cursarse obligatoriamente las materias de matemáticas, física y nociones de cibernética.


Figura 2. Esquema de primero y segundo semestres, incluido en la Síntesis de programas de objetivos pedagógicos del currículum del plan de estudios de la licenciatura en Artes Visuales. Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1973.


Se trata, pues, de un proyecto académico distinto. A diferencia del plan de 1971, en esta ocasión se asume el interés de formar artistas plásticos(20) y, para lograrlo, los objetivos pedagógicos enunciados son:

-el desarrollo del intelecto,
-el desarrollo de la emotividad o sentido estético,
-el desarrollo de la imaginación en sus dos modalidades: mnémica y eidética,
-el desarrollo de la habilidad artesanal.(21)

En el documento se afirma que una comisión de trabajo llevó a cabo el análisis de las materias del plan de estudios, “utilizando para ello el instrumento lógico formal que fue elaborado para tal objeto en el Centro de Investigación de la E.N.A.P.”(22) Se trata de la que se llamó “Latiz de relaciones”,(23) esquema enredado y de difícil acceso, pero revelador de los planteamientos de este proyecto pedagógico. La versión original del documento incluía ocho páginas de esquemas,(24) sin embargo, al final se desecharon por recomendación de la Comisión de Trabajo Académico.(25) Desde entonces a la fecha el plan de estudios de 1973 ha circulado sin siete de las ocho gráficas que incluía, lo que genera incomprensión absoluta entre quienes intentan descifrar su contenido. Sólo se dejó el primer esquema, en el que se presenta “la latiz de relaciones” en lo general y sin referencia específica al plan de estudios (ver figura 1). Por esa razón y por resultar claves importantes para descifrar el proyecto de 1973 se incluyen las ocho gráficas en el presente artículo.

Las cuatro áreas que describe son:

A) teórico-humanística
b) teórico-técnica
C) educación visual
D) realización formal(26)

A partir de estas cuatro variables (A,B,C,D,) se describen las materias del plan de estudios. En los esquemas se subraya la o las letras que no participan, en lugar de las que sí lo hacen, sin aclaración alguna, con lo que en una primera lectura se aumenta la confusión. Por ejemplo, Dibujo se describe como (ABCD), que significa que pertenece únicamente a (D), es decir, al área de realización formal. Aquí no se usará ese sistema por excesivamente confuso, en lugar de ello se enunciarán explícitamente la o las variables que participan.


Figura 3. Esquema del tercer semestre, incluido en la Síntesis de programas de objetivos pedagógicos del currículum del plan de estudios de la licenciatura en Artes Visuales. Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1973.


En este instrumento vemos cómo las materias de Historia del Arte se conciben como (A) (ver figuras 2-6), es decir, pertenecientes exclusivamente al área teórico-humanística. Mientras que el área teórico-técnica (B) se compone de materias abiertamente científicas –que no tenía el plan de 1971– como matemáticas, física I-IV, cibernética I-II, así como de otras vinculadas con la presentación de proyectos, como son investigación de campo I-II y técnicas materiales, costos y presupuestos.


Figura 4. Esquema del cuarto semestre, incluido en la Síntesis de programas de objetivos pedagógicos del currículum del plan de estudios de la licenciatura en Artes Visuales. Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1973.


Dibujo del primero al cuarto semestres pertenece –como se expuso líneas arriba– exclusivamente al área de realización formal (D), la cual puede identificarse claramente con el trabajo de taller (ver figuras 2-4).

Aunque en estos esquemas se pretende confirmar que en cada semestre se logra la totalidad ABCD, esto sólo es cierto en los primeros y en los últimos dos semestres. En cambio, del tercero al sexto semestres (ver figuras 3-6) las materias logran únicamente un ABD; es decir, carecen de materias del área de educación visual, la cual, hasta la fecha, es motivo de polémica.(27)


Figura 5. Esquema del quinto semestre, incluido en la Síntesis de programas de objetivos pedagógicos del currículum del plan de estudios de la licenciatura en Artes Visuales. Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1973.


Al inscribirse a las materias de experimentación visual I-IV del tercero al sexto semestres –que sustituían a las de adiestramiento técnico–, el alumno podía escoger dos talleres entre las siguientes opciones: pintura, escultura, estampa, arte cinético y diseño gráfico. Estos cinco talleres se definían como materias que combinaban ABD, es decir, lo teórico-humanístico, lo teórico-técnico y la realización formal (todo excepto educación visual). A pesar de su descripción como una materia compleja, que conecta tres áreas de conocimiento, los contenidos de estos talleres se describen siempre en términos de “instrumentos”, “materiales”, “técnicas” y “fundamentos de la composición”.(28) De tal manera que se hace referencia tanto a técnicas de la pintura (“texturas, veladuras”), como a técnicas del arte cinético (que corresponden a “óptica, física, mecánica y electrónica”).(29) Así, la tan perseguida experimentación visual se reduce al terreno de las técnicas.(30)


Figura 6. Esquema del sexto semestre, incluido en la Síntesis de programas de objetivos pedagógicos del currículum del plan de estudios de la licenciatura en Artes Visuales. Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1973.


En los últimos dos semestres la experimentación visual se convierte en investigación visual –que sustituía al laboratorio de experimentación visual– con las siguientes opciones: diseño gráfico, pintura mural, escultura urbana, estampa y arte cinético. A pesar de que investigación visual aparece como la continuidad de experimentación visual y que sus opciones de taller son casi idénticas –sólo que pintura se convierte en pintura mural y escultura en escultura urbana– las asignaturas de investigación visual I-II se definen en el esquema como ABC, es decir, como materias teórico-humanísticas, teórico-técnicas y de educación visual (todo excepto realización formal, ver figuras 7 y 8). Esto significa que la realización formal no caracterizaba los talleres de séptimo y octavo semestres, probablemente porque se reiteraba la idea de que entonces no se realizaría obra sino que se diseñarían obras, es decir, proyectos artísticos de pintura mural, escultura urbana y arte cinético, por ejemplo. Una vez más, la enseñanza se encaminaba a formar diseñadores de obras de arte, artistas que proyectarían sus creaciones aunque no necesariamente ellos las realizarían.


Figura 7. Esquema del séptimo semestre, incluido en la Síntesis de programas de objetivos pedagógicos del currículum del plan de estudios de la licenciatura en Artes Visuales. Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1973.


En los ajustes de 1973 desaparece en la práctica el proyecto de Diseño Visual, del cual sólo se rescata la enseñanza de la geometría. Asimismo, se reestablece el trabajo en los talleres por áreas. El texto explica que a partir del tercer semestre “el currículum de materias será impartido por un conjunto de maestros organizados en forma de TALLERES INTEGRALES”,(31) pero la realidad es que se dividen en cinco áreas: pintura, escultura y estampa, arte cinético y diseño gráfico, las tres primeras como áreas tradicionales.


Figura 8. Esquema del octavo semestre, incluido en la Síntesis de programas de objetivos pedagógicos del currículum del plan de estudios de la licenciatura en Artes Visuales. Escuela Nacional de Artes Plásticas, Universidad Nacional Autónoma de México, 1973.


Así, la ENAP buscó recuperar sus talleres tradicionales, al no concretar el centro de enseñanza común de las artes visuales ni los vínculos con Arquitectura, Ingeniería y otras facultades.

El 6 de septiembre de 1973 se presentó por tercera ocasión el proyecto de ajustes al plan de estudios de Artes Visuales ante la Comisión de Trabajo Académico y finalmente se acordó recomendar al Consejo Universitario (CU) su aprobación.

 

Epílogo

El mismo mes de septiembre de 1973 en que se discutía en la Comisión de Trabajo Académico del CU el plan de estudios de la licenciatura en Artes Visuales, el Consejo Técnico de la ENAP aprobaba el plan de estudios de una nueva carrera: Diseño Gráfico, un proyecto académico desarrollado por los mismos autores del plan de Artes Visuales. Olea, Trillo y Felguérez aparecen de nuevo como autores y promotores del mismo, acompañados en esta ocasión de Omar Arroyo, Alfonso Miranda e Ignacio Salazar.(32) Fue hasta mayo de 1974 –una vez estabilizados los conflictos con el Departamento de Dibujo Publicitario–(33) que esta licenciatura se aprobó por el Consejo Universitario, junto con la de Comunicación Gráfica.

La confluencia de los mismos personajes en los proyectos de Artes Visuales y Diseño Gráfico evidencia cómo la “visualidad” correspondía con y tendía hacia el diseño. Las condiciones históricas, sociales y culturales del México de la década de 1970 demandaban la creación de proyectos académicos vinculados con el diseño. La ENAP asumió esta tarea y la cubrió con éxito. No sólo instituyó dos licenciaturas en ese sentido –que hoy confluyen en una sola– sino que sus egresados en Artes Visuales fomentaron otras escuelas de diseño, lo que amplió la oferta educativa en este campo. Una vez cumplida esta tarea, quizás sea momento de que la enseñanza artística y la del diseño desliguen sus ataduras e independicen sus caminos.

Entre 1970 y 1973 la Escuela Nacional de Artes Plásticas generó dos proyectos académicos amplios, que han repercutido en la enseñanza artística profesional en todo el país. A más de treinta años, se necesita nuevamente construir un plan de estudios sólido que permita responder a las tareas actuales del arte y sentar las bases para una transformación de la educación artística en el ámbito nacional.

 

Notas

1. Este texto forma parte de la investigación de tesis de maestría en Historia del Arte (Facultad de Filosofía y Letras, UNAM) titulada: Gilberto Aceves Navarro: teoría del dibujo y metodología de su enseñanza. Agradezco a Francisco Quesada su atenta lectura y sus productivas recomendaciones.

2. Grupo coordinador (Roberto Caamaño Martínez, Renato Esquivel Romero, Francisco Quesada García, Ignacio Salazar Arroyo y Juan Martín Vázquez Kanagúsico). “Informe de la Autoevaluación que los profesores de la Licenciatura hacen al Plan de Estudios de la Lic. en Artes Visuales ENAP” en Proceso de evaluación y actualización del Plan de Estudios de la Licenciatura en Artes Visuales (CD ROM), México, ENAP, DGEE, UNAM, 2003. p. 30.

3. Para una amplia reflexión sobre la situación académica actual de la ENAP consultar ibid.

4. Plan de estudios de la carrera en Artes Visuales, Escuela Nacional de Artes Plásticas, (aprobado por el H. Consejo Técnico en la sesión permanente celebrada los días 16 y 17 de diciembre de 1970), Centro de Estudios Sobre la Universidad, Fondo Consejo Universitario, Comisión Permanente, VIII Comisión del Trabajo Docente, Caja 11, exp. 37. Anexo al acta de la sesión del 16 febrero 1971.

5. “Síntesis de programas y objetivos pedagógicos del currículum del Plan de Estudios de la Licenciatura en Artes Visuales. Aprobado por el Consejo Técnico de la  ENAP en su sesión del 15 de junio de 1973”, en Centro de Estudios sobre la Universidad, Fondo Consejo Universitario, Comisión Permanente, VIII Comisión del Trabajo Académico, Caja 17, exp. 48. Anexo al acta de la sesión del 6 septiembre 1973.

6. Roberto Garibay Sida, Breve historia de la Academia de San Carlos y de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, México, UNAM, ENAP, División de Estudios de Posgrado, 1990, p. 49.

7. Aunque estos estudios se formalizaron como licenciaturas en 1967, existían como "carreras" desde 1959, en ibid., p. 48.

8. Plan de estudios de la carrera en Artes Visuales, op. cit., pp. 1-2.

9. Ibid., p. 3.

10. Roberto Garibay Sida, op. cit., p. 49.

11. Pensemos en el Espacio escultórico de 1979 como uno de los pocos ejemplos en que dicho proyecto se concreta.

12. Plan de estudios de la carrera en Artes Visuales, op. cit., p. 2.

13. Idem [las cursivas son mías].

14. Incluida en el documento marcado como “2º proyecto”, en “5 versiones del Plan de Estudios de la Carrera de Artes Visuales”, Centro de Estudios sobre la Universidad, Fondo Consejo Universitario, Comisión Permanente, VIII Comisión del Trabajo Docente, Caja 11, exp. 37. Anexo al acta de la sesión del 16 febrero 1971. 

15. Los planes de ambas licenciaturas fueron aprobados por el Consejo Universitario el 7 de mayo de 1974. A pesar de su aprobación simultánea, el proyecto de Diseño Gráfico se anticipa cuatro meses al de Comunicación Gráfica, en su aprobación en el Consejo Técnico de la ENAP, Centro de Estudios Sobre la Universidad, Fondo Consejo Universitario, Comisión Permanente, VIII Comisión del Trabajo Académico. Anexo. Planes de Estudio. Caja 2, exp. 5.

16. “ENAP Dirección Oficio #10 del Dir. Roberto Garibay S. al Lic. Rafael Jiménez González, 16 febrero 1971”, Centro de Estudios sobre la Universidad, Fondo Consejo Universitario, Comisión Permanente, VIII Comisión del Trabajo Docente, Caja 11, exp. 37. Anexo al acta de la sesión del 16 febrero 1971.

17. El proyecto La máquina estética desarrollado por Manuel Felguérez en 1975 en la Universidad de Harvard es un ejemplo de este planteamiento, pues la herramienta técnica de la computadora no se utiliza para la realización material de la obra, sino para su concepción –la computadora produce diseños que el artista materializa en pinturas. La técnica es contenido, es idea y en la ENAP será también conocimiento a impartir. Manuel Felguérez. “La computadora y la creación artística” en Universidad de México. Revista de la UNAM, México, marzo-abril 1999, núm. 578-579, pp. 50-51.

18. Así puede verse en contenidos como: “composición con proyecciones de cine, fotos fijas y sonido electrónico”, “estética de la máquina: el objeto fabricado, el objeto artesanal”, “ejercicios de interrelación de la luz y el movimiento mecánico”, “forma que nace casi espontáneamente por […] las técnicas de producción modernas”, los cuales se englobarán en 1973 en el área de arte cinético. “5 versiones del Plan …”, op. cit., de 1971.

19. Roberto Garibay Sida, op cit., p. 49.

20. El documento establece que “el objetivo general de la carrera, es la formación de artistas plásticos dotados de los conocimientos y adiestramiento necesarios, que los ubique dentro de la realidad socio-cultural de nuestro país.” “Síntesis de programas y objetivos pedagógicos...”, op. cit., 1973, p. 2.

21. Ibid., p. 1.

22. Idem. Se trata del Centro de Investigación de Artes Visuales de la ENAP, coordinado por Óscar Olea, cuyos trabajos probablemente inician en 1972.

23. El "Análisis lógico formal de la carrera de Artes Visuales", elaborado por Héctor Trillo y Óscar Olea en el Centro de Investigación de Artes Visuales de la ENAP en julio de 1972, no define en sus 52 páginas el término latiz, que utiliza como si fuera de todos conocido. Se trata, sin duda, de una estrategia política en la que lo indescifrable del esquema tiene un papel de autoridad y convencimiento. El documento mencionado me lo facilitó Héctor Trillo, por lo que le estoy agradecida.

24. Estos esquemas se desplegaban de la página 4 a la 11 del documento “Síntesis de programas y objetivos pedagógicos...”, op. cit., de 1973.

25. Particularmente por el comentario del Arq. Alberto González Pozo quien “expresó que sin datos antecedentes es muy difícil comprender las gráficas que se anexan en la presentación de los planes”,  en Acta de la sesión del 6 de septiembre de 1973, Centro de Estudios sobre la Universidad, Fondo Consejo Universitario, Comisión Permanente, VIII Comisión del Trabajo Académico, Caja 17, exp. 48, pp. 2-3. Si revisamos la versión aprobada por el CU el 4 de octubre de 1973, nos encontramos con que faltan los siete esquemas que hacían referencia a las materias del plan de estudios por semestre. “Síntesis de programas y objetivos pedagógicos del currículum del Plan de Estudios de la Licenciatura en Artes Visuales. Aprobado por el Consejo Técnico de la ENAP en su sesión del 15 de junio de 1973”, Centro de Estudios sobre la Universidad, Fondo Consejo Universitario, Comisión Permanente, VIII Comisión del Trabajo Académico. Anexo. Planes de Estudio. Artes Plásticas. Caja 2, exp. 5.

26. “Síntesis de programas y objetivos pedagógicos…” de 1973, op. cit., p. 1.

27. Al respecto ver Grupo Coordinador, op. cit., p. 26.

28. “Síntesis de programas y objetivos pedagógicos…” de 1973, op. cit., pp. 24-28.

29. Ibid., p. 28.

30. Concebir lo técnico como contenido académico es, según Harold Rosenberg, una de las ideas más retrógradas de la enseñanza artística universitaria, pues a pesar de los avances tecnológicos de la época, el arte del siglo XX es menos técnico que en la era del desarrollo de la cerámica torneada. Ver Harold Rosenberg, The De-definition of Art, Nueva York, Collier Books Division of Macmillan Publishing Co. Inc., 1972, p. 48.

31. “Síntesis de programas y objetivos pedagógicos del currículum…” de 1973, op. cit., p. 2.

32. Los personajes que acudieron a la Comisión del Trabajo Académico del CU para aclaraciones e informes acerca del proyecto de la licenciatura en Diseño Gráfico fueron Garibay, Trillo, Olea, Alfonso Miranda, Omar Arroyo e Ignacio Salazar. En “Acta de la sesión del 29 noviembre 1973”, Centro de Estudios sobre la Universidad, Fondo Consejo Universitario, Comisión Permanente, VIII Trabajo Académico, Caja 17, exp. 49, p. 3.

33. Garibay presentó el proyecto de creación de la licenciatura en Diseño Gráfico ante la Comisión de Trabajo Académico del CU el 29 de noviembre de 1973. Pero el proyecto no se aprobó por las siguientes consideraciones: “[El Presidente de la Comisión, Dr. Ricardo] Guerra informó que la creación de esta licenciatura ha ocasionado problemas con el Departamento de Dibujo Publicitario, ya que podría interferir con sus estudios; que en la Comisión de la División de Trabajo Intelectual, de la que él forma parte, está en estudio el asunto, por lo que cree conveniente se aplace la revisión del caso, en tanto se llega a un acuerdo. Garibay expresó que efectivamente sí se había suscitado conflicto, pero que ya han tenido pláticas con los representantes de Dibujo Publicitario y se llegó a un entendimiento, que sí existen algunas materias iguales en los planes pero que el enfoque de las mismas es diferente. […] La Comisión acordó aplazar el asunto.” Idem.