Vigencia de Gironella

• • •

MA. TERESA SUÁREZ MOLINA • HISTORIADORA DEL ARTE
Investigadora del Cenidiap
teresuar@hotmail.com

A cuatro años de la muerte del artista Alberto Gironella, el Museo del Palacio de Bellas Artes presentó una exposición antológica del 5 de noviembre de 2003 al 15 de febrero de 2004. La curaduría estuvo a cargo de Mercedes Iturbe, directora del Museo, y Guadalupe García Miranda. Su cometido era recrear una visión del universo del artista a través de sus conjunciones con la literatura, la historia del arte e incluso con los reminiscentes de productos ultramarinos.

El catálogo, fruto de este homenaje, destaca por el cuidado de sus imágenes (obras, fotografías e incluso libros señalados por el artista) y por la selección de una serie de textos que han sido particularmente reveladores de cada una de las etapas de la obra de Gironella. Sólo habría que señalar, en cuanto al diseño, una caja rebasada que no favorece sus otras cualidades.

En los textos se subrayan aquellos elementos que pueden aplicarse a la obra plástica del artista: su devoción, muchas veces obsesión, por renombradas obras de la pintura española, como El entierro del conde de Orgaz, Las Meninas, la Reina Mariana, acompañadas de objetos que remiten a la madre patria: latas de sardinas, aceite de oliva o cajetillas de cigarros. La cercanía con el mundo hispano es también evidente por medio de constantes referencias literarias: en primer lugar Cervantes, a través de una minuciosa lectura del Quijote y de sus personajes, pero igualmente Valle-Inclán, León Felipe y Ramón Gómez de la Serna.

En el catálogo se le da un lugar preeminente a un texto de Octavio Paz que, si bien transmite con particular lucidez los valores de la obra del artista, es un escrito ampliamente conocido. Fue publicado en el catálogo de la exitosa Exposición antológica de Gironella, del Museo Rufino Tamayo (agosto-octubre, 1984) y también aparece en Los privilegios de la vista, recopilación de artículos sobre artes plásticas escritos por el poeta y que publicó el Fondo de Cultura Económica en 1987. Paz toca puntos fundamentales de la pintura de Gironella como la recreación del siglo XVII español y, a través de una prosa perfecta, nos acerca de manera privilegiada a la obra del pintor.

El texto de Mercedes Iturbe, titulado “Los altares profanos”, se centra en tres de los elementos presentes en la obra de Gironella: el erotismo, las mujeres y la tauromaquia. En el artista se unen la provocación con la devoción por el pasado, por personajes y temas muy concretos, consecuencia de un “viaje” profundo por la pintura española, los toros, la sexualidad, todo ello mezclado en un juego permanente.

La síntesis más completa de la obra de Gironella la presenta el texto de Guadalupe García Miranda, quien aborda los elementos que le dan carácter a la misma, a través, muchas veces, de la disección y reelaboración de personajes como la reina Mariana, o por medio de la conjunción de pintura y literatura ayudado, por ejemplo, por el esperpento de Valle-Inclán. Es así como, mediante ciertos elementos iconográficos repetidos obsesivamente, nos introduce al mundo imaginario en que se mueve el pintor. Y es finalmente esa unión de objetos dispersos la que crea su discurso. Como señala la autora: “Gironella, al igual que Valle-Inclán, logró construir monumentos artísticos de gran fuerza y solidez a partir de objetos vulgares que en otro contexto no serían más que basura.” (p. 99).

La última parte del catálogo, titulada “Lecturas sobre Gironella”, impresa en otro tipo de papel (cultural), constituye una selección de textos sobre el artista, los cuales han acompañado sus exposiciones y que conforman su fortuna crítica.

En conjunto, el catálogo es una puesta al día de las aportaciones de Gironella, que hacen evidente la vigencia de su arte.