D I V E R S A E X P O S I C I O N E S • • • • • •
 
   

Chávez Morado, su legado artístico

La exposición José Chávez Morado. En memoria se
llevó a cabo del 11 de marzo al 16 de mayo de 2004 en el Museo de Arte Moderno
de la ciudad de México.

• • •

CLAUDIA MORALES
Jefa de Investigación del Museo de Arte Moderno y coordinadora de la exposición.
claudiamorales_flores@hotmail.com

 
 

Puede afirmarse que pocas personalidades dentro de la historia del arte mexicano han incursionado en tal variedad de empresas artísticas como el pintor guanajuatense, nacido en Silao en 1909.

Al morir su madre y su padre contraer nuevas nupcias, desde niño Chávez Morado fue a vivir con su abuelo paterno, quien poseía una inmensa biblioteca donde adquirió nociones de historia, se acercó a la poesía y, principalmente, entró en contacto con libros repletos de ilustraciones que copió con gran avidez.

A los 16 años de edad se trasladó a California, en calidad de indocumentado, ciudad donde vio ejecutar a José Clemente Orozco sus murales en el Pomona College. Sobre el hecho el maestro relató: “Eso se lo debo a mis compañeros braceros ya que ellos me veían hacer mis dibujos y por eso me dijeron que por ahí andaba un mexicano pintando muros.”

En enero de 1931 regresó a la ciudad de México y gracias al apoyo del gobernador de Guanajuato pudo ingresar a la antigua Academia de San Carlos, donde se inscribió a los cursos de grabado, con Francisco Díaz de León; litografía, con Emilio Amero, y pintura, con Bulmaro Guzmán.

Con la ayuda de Leopoldo Méndez obtuvo empleo como maestro de dibujo en las escuelas primarias, hecho que marcó el inicio de una carrera magisterial que desempeñó por más de treinta años. Así, la educación artística se convirtió en una de sus inquietudes permanentes, ya fuera como profesor, como promotor de nuevos planes de estudio, divulgador de temas museológicos o como inspector escolar.

Como director de la Escuela de Diseño y Artesanías fomentó el estudio de diversas disciplinas, como el mosaico en piedra, la cocción de esmaltes y la escultura en talla directa, entre otras.

En la década de 1950, Chávez Morado alcanzó la cúspide en su producción de murales: en su haber cuenta con cerca de una treintena, entre los que destacan los ubicados en Ciudad Universitaria, la Alhóndiga de Granaditas (Guanajuato), el Museo de Antropología, el Centro Médico Nacional y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, entre otros.

La trayectoria artística de Chávez Morado no puede verse de manera aislada a sus preocupaciones políticas, las cuales lo llevaron a ingresar, en 1936, a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), organización que se pronunciaba en contra del fascismo y del imperialismo y cuyas actividades se encontraban estrechamente vinculadas a la clase trabajadora. Al interior del grupo, el maestro realizó numerosos grabados de fuerte contenido crítico contra la represión que fueron publicados en el periódico Frente a Frente. En 1938, al disolverse la organización, se unió al Taller de Gráfica Popular, en compañía de Alfredo Zalce, Pablo O'Higgins y Leopoldo Méndez, entre otros.

Durante la década de los cuarenta destacan algunas obras definitivas en su producción de caballete, en las que acentúa las raíces indígenas, mestizas y criollas, las faenas del campo, carnavales y festividades religiosas o de carácter civil que se mezclan con elementos fantásticos; ejemplo de esto es el óleo México negro (1942). En la composición se encuentra reunido un numeroso e interminable grupo de personajes que llevan a cuestas el enorme esqueleto de un buey. La muchedumbre cansada lleva porta estandartes, cruces y ataúdes que hacen aún más pesada la caminata bajo un cielo oscuro en el que vuelan panfletos, calaveras aladas y seres fantásticos. El óleo hace referencia, según Chávez Morado, al dominio español sobre el pueblo indígena.

En el marco del primer aniversario luctuoso del maestro Chávez Morado, bajo los auspicios del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional de Bellas Artes presentó, en la sala Xavier Villaurrutia del Museo de Arte Moderno, la exposición José Chávez Morado. En memoria.

La selección estuvo compuesta por más de treinta obras provenientes del acervo del Museo de Arte Moderno, colecciones particulares e instituciones como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el Museo Mural Diego Rivera, el Museo del Pueblo de Guanajuato y el Museo Olga Costa-José Chávez Morado.

 
       
JOSÉ CHÁVEZ MORADO. EN MEMORIA

E X P O S I C I Ó N

 

 

         

José Chávez Morado
• Autorretrato
1973, óleo sobre tela, 78 x 58 cm.
Colección Olga Costa y
J. Chávez Morado.
Foto: Francisco Kochen.
Cortesía Museo de Arte Moderno, Conaculta-INBA.

 
José Chávez Morado
• La gran tehuana
1963, óleo sobre tela, 150 x 115 cm.
Colección Museo del Pueblo, Guanajuato.
Foto: Francisco Kochen.
Cortesía Museo de Arte Moderno, Conaculta-INBA.
  José Chávez Morado
• México negro
1973, óleo sobre tela, 78 x 58 cm.
Colección Olga Costa y
J. Chávez Moreno.
Foto: Francisco Kochen.
Cortesía Museo de Arte Moderno, Conaculta-INBA.
         

 

   
         
José Chávez Morado
• Síntomas de la decadencia
1945, óleo sobre tela, 49.5 x 85.5 cm.
Colección Olga Costa y
J. Chávez Morado.
Foto: Francisco Kochen.
Cortesía Museo de Arte Moderno, Conaculta-INBA.
  José Chávez Morado
• Tlacotalpeñas
1936, óleo sobre tela, 151 x 150 cm.
Colección particular.
Foto: Francisco Kochen.
Cortesía Museo de Arte Moderno, Conaculta-INBA.